Hasta la muerte de Diego Maradona apareció en la conversación pública de Nápoles en relación con un hecho que totalmente ajeno.
En la ciudad del sur de Italia, los fieles asumen con temor que la sangre de San Genaro no se haya licuado en la última de las tres actividades anuales como mandata la tradición.
Para quienes no están al tanto de la "celebración", el plasma del santo se custodia en la Catedral de Nápoles desde 1497. Se conserva sólida en un relicario y pasa por el proceso de manera natural el primer domingo de mayo, el 19 de septiembre y el 16 de diciembre.
Un acto de fe por el supuesto milagro ocurrido tras haber intercedido para evitar una catástrofe en la erupción del volcán Vesubio en 1631.
"El 16 de diciembre normalmente es así, no se licúa al momento. Incluso, con retraso, se puede licuar en la jornada siguiente. Hace 2 años se produjo a las 17 de la tarde se licuó. Por lo tanto, no sabemos lo que sucederá. En este momento, como podéis ver, está absolutamente sólido, no da ninguna señal, no hay ni una gota que se pueda ver que baje. Se ve clarísimo. Esperemos con confianza el signo", expresó el abad de la Capilla de San Genaro, Vincenzo De Gregorio, en declaraciones tomadas por ACI Prensa.
El fenómeno es consierado como inexplicable y ha ocurrido a ojos del Papa Francisco en 2015 o de Pío IX en 1848. Sin embargo, cuando esto no ocurre es interpretado como un mal augurio.
Y allí que resonara el nombre de Diego Armando Maradona, ídolo de la ciudad por su paso por el equipo de fútbol, que murió hace unas semanas. De hecho, algunos asumen que esta mala racha ha estado ocurriendo este 2020, partiendo por la cantidad de muertos por el COVID-19.
Marino Niola, antropólogo y divulgador científico, aseguró que "San Genaro, el Maradona de los santos ha fallado un penal". Sus palabras fueron publicadas en el diario Il Mattino, que escribió: "Nápoles tiene miedo".
"Sé perfectamente que puede aparecer difícil para los observadores externos comprender una devoción tan incondicionada: aquí (el prodigio) se trata de un símbolo, de un punto de referencia, de un puerto seguro para cada habitante de la ciudad", añadió el profesional mencionado anteriormente.
Algo así como nuestro Cristo de Mayo que, según comentan algunos fieles, provocaría diversos hechos negativos cuando no se le saca en procesión. Este 2020, la actividad tuvo que ser cancelada