Nacer justo a las 00:00 en año nuevo, o hacerlo en un año bisiesto son solo algunos de las momentos más insólitos de llegar al mundo. Sin embargo, existe una manera aún más particular de hacerlo: mientras te encuentras a bordo de un avión.
Este fue el caso de Shona Owen, una de las pocas personas en el mundo que nació a más de 10 mil metros de altura. En 1990 su madre Deborah Own, volaba de regreso a Reino Unido luego de un periodo de trabajo en Accra, Ghana, cuando entró en trabajo de parto seis semanas antes de lo planificado. Para su suerte, Wym Bakker, médico holandés iba a bordo de la aeronave y se preocupó de recibir a su hija.
Hoy, con 26 años, el pasaporte de Shona lleva escrito: "El titular nació en un avión a 10 millas al sur de Mayfield, Sussex", lo que le ha valido más de un dolor de cabeza al momento de pasar por policía internacional.
Ante casos como este nace una gran interrogante: ¿De qué nacionalidad son los bebés que nacen arriba de un avión?
Lamentablemente no hay una respuesta definitiva. Hay dos teorías que prevalecen pero que también chocan entre ellas.
Uno de ellas el principio iu sanguinis o "derecho de sangre". Este consiste en que el niño(a) recibe la nacionalidad de sus padres. Sin embargo, la otra norma, llamada ius soli, plantea lo contrario. Esta consiste en el "derecho de suelo", es decir que el bebé que nace a bordo de un avión tendrá la nacionalidad del territorio sobre el que está volando.
La decisión de a cuál de estas dos teorías atenerse depende de cada país involucrado y sus leyes.
Sin embargo hay un problema que crea aún más controversia: los océanos. Hay aguas en el mundo que no pertenecen a nadie, por lo tanto ¿qué pasa con los bebés que nacen ahí?
Se recurre al origen del avión.
Según los artículos 17 y 21 de la Convención Internacional sobre Aviación Civil de 1944, los aviones tienen la nacionalidad del país en el que fueron registrados.
Hace dos semanas un caso como el de Shona Owen fue registrado en un vuelo de la Turkish Airlines desde Guinea to Burkina Faso, África. La tripulación de cabina asistió a Nafi Diaby, una mujer que estaba embarazada de 28 semanas y que rompió bolsa en pleno viaje.
La aerolínea publicó una imagen del momento en Twitter.
"Bienvenida a bordo princesa" ¡Aplausos para nuestra tripulación!, escribieron.