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Mujeres Bacanas: Sor Juana Inés de la Cruz, la iluminada de las letras mexicanas

Mujeres Bacanas: Sor Juana Inés de la Cruz, la iluminada de las letras mexicanas
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Fue una prolífica escritora tanto de poesía, la que compone la mitad de sus escritos, como de prosa y obras de teatro. Asociada al barroco, tuvo un estilo propio cargado de creatividad.

Comenzó a leer a los cuatro años, a los siete ya escribía y luego le pidió a su madre que, aunque las mujeres de la época no iban a la universidad ya que la educación estaba reservada para los hombres, ella podría disfrazarse para poder aprender. Pero hubo otra solución eventual para las ansias de conocimiento de Juana Inés de Asbaje y Ramírez: unirse a un convento para ahí dedicar su vida al conocimiento y las letras. Fue como monja que Sor Juana Inés de la Cruz se transformó en una de las autoras más importantes del siglo XVII, y una ícono de las mujeres con ganas de aprender.

Juana Inés nació en San Miguel de Nepantla, cerca de la capital de México, en ese entonces aún bajo el dominio español. Creció en la hacienda de su abuelo, y desde pequeña demostró avidez por los libros. Eventualmente fue envida a Ciudad de México a vivir con su tía, y pronto Juana Inés comenzó a hacerse famosa por su intelecto; 1663 se transformó en dama de la corte y fue muy querida por la virreina, consiguiendo varios mecenas interesados en sus ideas.

Casarse significaba dedicarse a las labores del hogar, la universidad era imposible para una mujer, así que Juana Inés optó por tomar los hábitos en 1667, cuando se unió a las carmelitas. Salió pronto de ese convento porque el sistema era muy estricto, y en 1669 se unió a la orden de San Jerónimo, en el convento Santa Paula, donde pasaría el resto de sus días. “Querer vivir sola; de no querer tener ocupación obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros”, escribiría ella años más tarde. Tenía una celda propia y muy grande, donde fue reuniendo una biblioteca que tendría fama por juntar cuatro mil libros.

Sor Juana Inés fue una prolífica escritora tanto de poesía, la que compone la mitad de sus escritos, como de prosa y obras de teatro. Asociada al barroco, tuvo un estilo propio y una creatividad que la llevaron a ser publicada no sólo en su país, sino que en España, en varias ediciones. Entre sus trabajos más famosos está Neptuno alegórico, en honor al virrey, la comedia mitológica Amor es más laberinto, la obra religiosa Divino Narciso sobre la conquista religiosa de América, o Los Empeños de una casa, su único trabajo en teatro que aunque comedia de equivocaciones, tiene mucho de drama, y donde destacan sus fuertes personajes femeninos. Gracias a ese tipo de protagonistas, y a poemas como Hombres Necios, que Sor Juana Inés ha sido reivindicada como una de las primeras autoras que abogó por las mujeres, y su capacidad reflexiva y de voluntad.

El gran problema para la vida de la escritora vino cuando criticó el sermón de un importante sacerdote jesuita portugués. El obispo de México publicó el escrito, llamado Carta Athenagórica, aunque le cambió el nombre, y Sor Juana Inés fue llamada a guardar silencio y no pensar tanto; ella por supuesto publicó una respuesta que se ha transformado en un testamento de su intelecto, gracia al escribir y defensa de las mujeres, donde destaca a grandes pensadoras de la historia y repasa su propia biografía marcada por el amor a las letras. Respuesta a Sor Filotea de la Cruz fue publicada en 1691. Dos años después Sor Juana Inés de la Cruz renuncia a las letras y luego renueva sus votos. En 1695 murió por una peste que azotó a todo su convento.

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