Mujeres Bacanas: Marica Branchesi, astrónoma italiana
Hace un centenar de años que Albert Einstein predijo la existencia de las ondas gravitatorias. Y en 2016, un grupo de científicos, incluyendo a la astrónoma italiana Marica Branchesi, por fin consiguió evidencia empírica al registrar estas olas, creadas agujeros negros que colisionaron hace millones de millones de años. Marica fue quien unió a los físicos y astrónomos que llevaban años trabajando por separado en el tema, los coordinó, y tuvo éxito.
Marica estudió astronomía y luego se doctoró en temas como agujeros negros y radioastronomía. Luego se trasladó a Caltech, en Estados Unidos, y después volvió a Italia, donde comenzó su propio equipo investigador. Se unió como Académica a varias universidades, y luego en 2009 llegó a los proyectos Ligo/Virgo; el primero un observatorio de detección de ondas gravitatorias en Estados Unidos y el segundo un interferómetro para el mismo fin ubicado en Italia.
Aunque desde 2015 se comenzaron a detectar evidencias de las ondas gravitatorias, que son perturbaciones del espacio-tiempo, el problema era que físicos y astrónomos no lograban trabajar en conjunto. Fue Marica quien convenció a los físicos de anunciar posibles detecciones, que no siempre eran fructíferas, y que los astrónomos a su vez quisieran ponerse a “escuchar” el universo cuando esto sucedía. Finalmente, tras años de esfuerzos diplomáticos por parte de la italiana, y del trabajo conjunto de cientos de científicos, los telescopios lograron capturar el choque entre dos estrellas de neutrones.
Al momento de publicar los hallazgos, Marica siguió mostrando su capacidad de trabajo en equipo: puso como autores a los 3.500 científicos que alguna vez habían colaborado a lo largo de los años para poder probar la teoría de Einstein. Quería que todos los hallazgos importantes estuvieran representados. Este año Marica fue elegida una de las 100 personas más influyentes de Time, y el año pasado, una de las “10 personas que importan” de Nature.