Mujeres Bacanas: Judith Pardo, la paleontóloga de Magallanes
Los ictiosaurios eran reptiles marinos, una especie de grandes peces-lagartos alargados o de delfines de la era de los dinosaurios, que vivieron entre 245 millones y 90 años atrás. Hoy, quien se ha convertido en una experta en la especie y ha desenterrado a punta de martillo y cincel más de cuatro decenas de fósiles de cuerpos casi enteros y en buen estado es la científica chilena Judith Pardo, quien lleva más de diez años estudiando a los ictiosaurios en Torres del Paine, haciendo una enorme contribución a la paleontología.
Pardo es de Magallanes y siempre se interesó en la naturaleza, ha contado en entrevistas. Estudió Biología en la Universidad de Magallanes y comenzó a trabajar de ayudante en el laboratorio de arqueología, atraída por un interés en zoología y paleontología. Un amigo le mostró una foto de vuelta de un viaje a Torres del Paine, donde aparecía un esqueleto que parecía ser de ictiosaurio; Pardo terminó partiendo de expedición científica en 2004 al lugar, en el glaciar de Tyndall, financiada por la universidad como tesis de pregrado.
Fue el principio de un largo camino de descubrimientos; Torres del Paine alguna vez estuvo cubierta de agua, y los ictiosaurios vivían ahí en un cañón submarino; cada cierto tiempo, al tener pulmones, debían tomar aire, y probablemente tras un desplome murieron ahogados. Estos fósiles de suelos chilenos se encuentran en muy buen estado de conservación y suman más de 40; en la última expedición de Pardo, en enero de 2017, se encontró una ictiosaurio hembra que tenía crías en su interior, además de otros cuatro ejemplares casi completos.
Los descubrimientos de Judith Pardo, que incluyen difíciles expediciones por clima y rescatar con cuidado los restos desde rocas duras, la llevaron a hacer un doctorado en Alemania, en la universidad de Heidelberg; hoy trabaja en el Museo de Historia Natural de Stuttgart. El año pasado Pardo trajo de vuelta uno de los especímenes de ictiosaurio que estaba siendo estudiado en Alemania, para que sea parte del Instituto Antártico chileno, y la científica ha hecho llamados para un museo de paleontología de la región de Magallanes, donde se pueda estudiar y preservar los importantes ejemplares encontrados en el sur de Chile.