Inés Enríquez, abogada y política del Partido Radical, fue la primera mujer en asumir los cargos de diputada e intendenta en Chile. Estudió derecho en la Universidad de Concepción y en 1934 se incorporó al partido Radical, donde participó activamente en la causa feminista: apoyó del movimiento pro voto femenino, integró el Consejo Nacional de Organización femenina, fue presidenta de la Federación Chilena de Instituciones femeninas de Concepción y además creó un hogar femenino en la misma ciudad.
Una vez titulada ejerció como docente de la misma institución, pero en 1940 inicia su carrera en la intendencia como secretaria y abogada para luego ser nombrada por el presidente González Videla como Intendenta titular de Concepción en 1950, una zona complicada en la época por los conflictos de la minería del carbón.
En 1951 fue electa como diputada de Concepción con 16.935 votos a favor apoyada por los radicales y por el partido femenino, convirtiéndose en la primera mujer en Chile en lograr un escaño en el Congreso. Tres años más tarde decide fundar junto a Corina Vargas la Asociación de Mujeres Universitarias.
Nuevamente fue electa diputada, pero esta vez por la zona de Valdivia, La Unión y Río bueno, manteniéndose en el cargo durante tres elecciones consecutivas. Como parlamentaria presentó diversos proyectos de ley relativos al área social, sin embargo el más controversial fue el presentado en 1961 como el primero en plantear el divorcio, pero que finalmente nunca se votó.
Además de esto, sus preocupaciones estuvieron siempre concentradas en los derechos de la mujer, para que tuvieran mayor flexibilidad en el trabajo, mejores remuneraciones, mejor atención en salud, protección de maternidad, la protección de los menores de edad estableciendo la entrega de manera gratuita de leches en los consultorios.