Mujeres Bacanas: Franca Sozzani, la visionaria de la moda
Cuando las revistas femeninas eran publicaciones con de gran enfoque comercial, Franca Sozzani convirtió a Vogue Italia, la revista donde asumió el mando a fines de los 80, en un lugar de encuentro para fotógrafos y diseñadores, un oasis de expresión y visión, de polémicas y vanguardia, siendo una de las revistas más influyentes, y más bellas, del mundo
Franca Sozzani nació en Modena, estudió literatura y filosofía y se casó joven; un matrimonio que a ella misma no le interesó mucho y sirvió como escape. A los tres meses estaba divorciada, y tras viajes a India y Londres, encontró trabajo como asistente en Vogue bambini, la publicación con niños, que le permitía independencia y demostrar que no era una joven perdida por terminar con su matrimonio. Sozzani pronto demostró su talento y buen ojo, y quedó al mando de las revistas Lei y Per Lui. En 1988, cuando Anna Wintour se hacía cargo de Vogue en Estados Unidos, Sozzani aterrizó como la editora jefe de Vogue Italia. Pronto, la transformó en las páginas más rupturistas del mundo de la moda.
En Vogue Italia la editora comenzó a darle espacio y rienda suelta a los que se convertirían en los mejores fotógrafos editoriales del mundo de la moda: Mario Testino, Herb Ritts, Peter Lindbergh, Bruce Webber y más. Las páginas de la revista contaban historias a través de las imágenes, evocaban, dejando de lado la versión más de catálogo de ropa, y apelando más al arte. Sozzani por esto tuvo varias veces encontrones con los dueños de la revista, por falta de visión comercial, pero segura de sus ideas, transformó a Vogue Italia en algo más importante: en un referente.
Las producciones fotográficas que impulsó tenían a veces humor y otras veces polémica, como las inspiradas en el derrame de petróleo de BP, o una con un contexto de violencia intrafamiliar. Ante los que tildaban de sensacionalista estas opciones, Sozzani defendía que por qué una revista de moda no podía, con imágenes, sumarse a la conversación social. Quizás su edición más famosa -que hoy se revende a miles de dólares en internet-, es la “Negra”, cuando en 2008, reunió y fotografió sólo a modelos negras o afroamericanas en cada una de las páginas de la revista, creando una declaración política y una revolución.
Sozzani tuvo un solo hijo, y siempre dijo con calma que el amor era quizás lo único que se le escapaba entre sus muchos logros y triunfos, pero que no importaba realmente. Que ya fuera que se acabara un matrimonio, o se estropeara una sesión de fotos, la vida hay que tomara ligera porque, igualmente, el día acaba y comienza otro mañana. Sozzani murió a los 66 años, a causa de una fulminante enfermedad; un año antes su hijo estrenó el documental Franca: chaos and creation, sobre la increíble carrera e influencia de su madre. Está en Netflix.