Que la Royal College of Music de Londres interpretara la pieza Eastern Sonata un 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fue una celebración significativa. Por 140 años se creyó que la composición era de Felix Mendelssohn, pero en realidad, fue escrita por Fanny, su hermana, creadora de más de 400 piezas, aunque muchas de ellas no se le atribuían por ser mujer. Ahora, la historia está siendo corregida.
Fanny Mendelssohn era hija de un banquero importante, quien siempre consideró que la música y la vida pública no eran trabajo de señoritas. No importaba que Fanny ya de adolescente se había memorizado e interpretaba las fugas y preludios de Bach; para su padre, era mejor que se concentrara en casarse y vivir una vida recatada en casa. La familia se había trasladado de Hamburgo a Berlín, y no sólo Fanny mostraba un extraordinario talento musical, sino que su hermano Félix también componía; sería él quien pasaría a la historia con fama legendaria, mientras su hermana se mantuvo en las sombras.
La joven se enamoró de un artista llamado Wilhelm Hensel, y aunque no tenía fortuna, terminó casándose con él. Juntos viajaron y se rodearon de más creativos como ellos, con lo que Fanny, a pesar de la oposición de su familia, se entregó a la composición. Algunas de sus canciones fueron publicadas bajo el nombre de su hermano, quien aunque en un principio tampoco veía como una posibilidad que su hermana se dedicara a la música, la terminó apoyando; ella, a su vez, le opinaba a Felix sobre sus obras. En 1838 Fanny tuvo su única presentación pública conocida frente al piano, donde interpretó música de su hermano. En 1846 publicó finalmente una colección de sus propias composiciones.
Al año siguiente, con 41 años, Fanny Mendelssohn murió de un infarto. Aunque por décadas fue menos conocida que Félix, de a poco se ha ido reivindicando su memoria y expertos la califican de igual talento que su hermano.