Comparada con escritores de la talla de Borges, Woolf o Kafka. Atractiva y misteriosa -dio muy pocas entrevistas-, Clarice Lispector es hoy un portento de las letras.
Nació en lo que hoy es Ucrania, en medio del sufrimiento de su familia judía por la guerra en Rusia; al año, los Lispector se trasladaron a Brasil, donde la hija menor, Chaya, obtuvo un nuevo nombre: Clarice. Cuando tenía nueve años su madre, siempre enferma desde el escape de Europa, murió; el padre y sus tres hijas se trasladaron a Recife, donde Clarice creció, y luego se instalaron en Río de Janeiro.
Clarice comenzó a estudiar derecho, a trabajar también de periodista y publicó su primer cuento a los 20 años. A los 23 saldría su primera novela, Cerca del corazón salvaje, en donde un flujo de conciencia plasma en el papel la vida de Joana, la protagonista. Fue un éxito en su país. Sería el comienzo de lo que se transformó en la fuerza de su pluma: retratos sicológicos de mujeres, complejos y con metáforas, una ventana al interior del alma; Clarice Lispector, consagrada ante la crítica, era capaz de plasmar estados emocionales como pocas veces antes se había hecho en el portugués.
Su marido era diplomático y la vida de Clarice estuvo un tiempo llena de traslados y otros países, donde se aburría o podía trabajar intermitentemente. Fue tras su divorcio que comenzó a publicar en medios de Brasil, además de abultar sus producción de cuentos, novelas, y luego de crónicas y hasta literatura infantil. Su novela más famosa es quizás La pasión según GH, también el monólogo de voz de la protagonista, quien tiene una especie de crisis tras aplastar a una cucharacha, en la habitación donde hasta el día anterior había vivido su criada. Las historias de Lispector son simples en apariencia pero profundas en contenido, y su pluma las ambienta perfectamente tanto en el clima, paisaje y cultura social de Brasil.
Se transformó en un nombre famoso en su país, pero al mismo tiempo en un misterio, por su reticencia a dar entrevistas, y hablar de ella misma. Con mirada de esfinge y gran belleza, Lispector sufrió una última década dura e intensa en su vida, tras quemarse al quedarse dormida con un cigarrillo en la mano. Siguió escribiendo pero sólo a máquina, luchando con el cuerpo pero a la vez produciendo gran cantidad de crónicas periodísticas y cuentos infantiles. En 1977 se publicó su última novela en vida, La hora de la estrella, donde repasa conflictos sociales de su país, entre lo urbano y lo rural. Lispector murió de cáncer ovárico. Hoy, es un clásico de la literatura.