Fue víctima de una violación. Lo denunció a las autoridades y fue a los servicios de salud. Pero Amanda Nguyen, graduada de Harvard, empleada del Departamento de Estado en Washington y con miras a ser astronauta, se dio cuenta entonces que las víctimas como ella no estaban protegidas; de hecho, eran obligadas a navegar por un sistema deficiente, que las hacía revivir su ataque y sin consideraciones, explicaciones o defensa de su lado. Creó una ONG llamada Rise, que se preocupa de ayudar a las víctimas de violación a encausar sus acciones civiles ante la Justicia. Y convenció a legisladores del Congreso de crear una nueva Ley, que entregue derechos y proteja a quienes han pasado por un crimen sexual. La Ley de Derechos para los sobrevivientes de asaltos sexuales fue firmada por Obama el año pasado.
Amanda Nguyen fue violada, y acudió al consultorio y la policía. En el estado de Massachusetts, donde vivía, se podía esperar quince años para perseguir una demanda o acusación contra su violador, pero los servicios de salud sólo guardaban el kit de violación, con la evidencia y muestras tomadas del crimen, por seis meses; se dio cuenta que dos veces al año, el sistema le recordaría la fecha de su violación, y que debía pedir prórrogas para no destruir el material. “La parte más difícil fue darme cuenta que el sistema hecho para proteger y entregar justicia estaba roto. El sistema le dice a los sobrevivientes que vayan a las autoridades por ayuda. Lo hice, pero navegar el sistema roto fue peor que la violación. Desde políticas insólitas, como destruir el kit a los seis meses, a no entregar información sobre procedimientos confusos, está todo en contra de los sobrevivientes. Yo quise cambiar eso”.
Nguyen cuenta que a veces la policía le dijo que su kit estaba en su custodia, pero luego averiguó que seguía en el laboratorio. Y ahí, se negaban a confirmarle información por teléfono o web y debía ir presencialmente.
Así nació Rise, con profesionales de todo tipo, con sobrevivientes y voluntarios, que se movieron rápidamente para cambiar las leyes; en dos meses, ya estaban llegando al Congreso. Y así nació la ley que después firmó Obama, y en donde se juntan varias legislaciones de distintos estados para crear una ley protectora y apoyadora para las víctimas. Exige que las víctimas de violación tengan acceso a ayuda sicológica especializada, y que reciban toda la información y ayuda legal que requieran. También permite que puedan tener siempre la información de dónde está su kit de evidencia, y en qué estado del proceso está, si ha sido testeado y si hay resultados disponibles. Todos estos derechos los tienen los sobrevivientes, incluso si no han reportado el crimen a las autoridades.