Adriana es colombiana, nacida en Barranquilla en 1955. Antes de cumplir un año su familia se mudó a Argentina, y luego a California en 1970. Cuando llegó, lo primero que quería saber era dónde estaba la NASA. Con un temprano amor por el espacio, Adriana se subía al techo de su casa, se preguntaba sobre las estrellas y construía naves galácticas donde su perro Taurus viajaba de copiloto.
Se inscribió en programa de conocimiento espacial de su colegio, financiado por la NASA, donde comenzó a pasar los veranos trabajando. En el Jet Propulsion Laboratory, Adriana comenzó a hacer investigaciones del espacio y los cuerpos planetarios, mientras comenzó a estudiar Geología en la Universidad Estatal de California, de donde graduó en 1983.
Continuó sus estudios en un Máster en Ciencias de Geología Planetaria, donde pasó a formar parte del equipo que descubrió el cráter de impacto Chicxulub, tema de su tesis publicada en 1996. Para realizar este importante descubrimiento, Adriana junto a Kevin Pope y Charles Dullin, estudiaron imágenes de satélite de la región donde identificaron formaciones geológicas, dolinas o cenotes, cuya alineación curva indicó donde estaba el cráter.
De espíritu aventurero, Adriana realizó seis expediciones de investigación al cráter de 160 kilómetros de diámetro. Gracias a sus investigaciones hoy sabemos que data de hace 66 millones de años y que es la huella del asteroide que terminó con la mitad de especies de la Tierra, incluidos los dinosaurios.
Desde finales de los noventa hasta la actualidad ha participado de numerosas misiones interplanetarias, donde investiga el Sistema Solar en la División de Ciencia Planetaria de la NASA. Con la misión Horizontes Nueva a Plutón lanzó una misión espacial no tripulada a investigar el planeta enano. La sonda logró su mayor cercanía con Plutón en 2015, para luego continuar a dos objetos del Cinturón de Kuiper, una estructura material con forma de anillo entorno a una estrella.
En 2011 lanzó la sonda espacial Juno, que llegó a destino en 2017 tras viajar 388 millones de kilómetros. Su misión es estudiar la atmósfera del planeta más grande del Sistema Solar durante 20 meses para conocer sobre su origen y estructura transmitiendo la información a la NASA en un récord de 48 minutos. La sonda espacial, la primera en orbitar un planeta de forma vertical ha permitido saber por ejemplo, que Júpiter tiene un día que dura 10 horas y que hay vientos de 100 metros por segundo.
Como directora del programa de Nuevas Fronteras de la NASA, además de mantenerse atenta a la información que envían las sondas ya en órbita, está encargada de la misión Osiris-Rex, lanzada en 2016 y con la misión de alcanzar el asteroide Bennu, recoger una muestra de la superficie y volver a la Tierra con la muestra para ser analizada.
Adriana Ocampo fue galardonada en 2017 con el premio Científico Nacional Hispano del Año, por sus contribuciones a la comprensión del mundo y el universo.