Se sabía que la historia no terminaría con un final feliz, pero eso no lo hizo menos doloroso: Chase Smith, de 19 años, murió de un cáncer terminal.
El joven se hizo conocido en Indiana, Estados Unidos, después de que se casara con su novia Sadie Mills, con la que salía desde el colegio, al conocer que le quedaban entre tres y cinco meses de vida por un diagóstico de sarcoma de Ewing que le había aparecido por primera vez en 2012.
Los diagnosticaron con cáncer terminal con 3 meses de diferencia y temen dejar huérfanos a sus hijos
"Dios le dio a Chase la fuerza para decirme sus últimas palabras. Él dijo: 'Te amo. Preocúpate 0%'", dijo su ahora viuda al medio The Indianapolis Star.
"Le susurré al oído que todo iba a estar bien y que él ganó esta pelea. Seguí asegurándole que estaba bien soltarse y que era hora de que corriera a los brazos de Dios sin más dolor y sufrimiento", añadió Sadie Mills.
"Le besé la cara y no lo solté hasta que entró por las puertas del cielo y tomó su último aliento. Solo sé que se abrió camino hasta Jesús sin dolor. Confío en el plan de Dios. No puedo esperar para correr y saltar a sus brazos cuando nos volvamos a encontrar", recordó.
Chase Smith contrajo matrimonio con Sadie Mills en abril de 2020 y en la entrada de la casa de los padres de ella, donde se besaron por primera vez.
Habían comenzado a salir tan solo seis meses antes, y ella recibió muchas críticas por la decisión que tomaron como pareja.
"Mucha gente dice, 'Oh, se van a casar porque él tiene el potencial de fallecer pronto', y esa no es la razón por la que decidimos casarnos. Fue más como una llamada de atención que, 'Oye, Dios los quiere a los dos juntos'", comentó Mills en aquel momento.
Al conocer el diagnóstico de Chase Smith, su familia inició una campaña de recolección de fondos en GoFundMe. Ahora, señalaron que donarán el dinero que no alcanzó a ser utilizado en diversas campañas e iniciativas "cercanas y queridas" por el joven.