Es sólo una breve picadura de mosquito, quizá incluso pasa desapercibida, y sin embargo puede tener consecuencias fatales: Varias enfermedades, como la malaria, el dengue y la fiebre amarilla, el chikungunya o el zika se transmiten a través de picaduras de mosquito.
El último Informe Mundial sobre la Malaria de la OMS muestra que en 2021 se produjeron 247 millones de casos de malaria en todo el mundo, que provocaron unas 619.000 muertes. En el caso del dengue, se producen entre 50 y 100 millones de casos al año, con unas 22.000 muertes. Aunque hace tiempo que se investiga a fondo sobre estas enfermedades infecciosas, la lucha es ardua y complicada.
Por ello, los investigadores intentan llegar a la raíz del problema: quieren quitar a los mosquitos la capacidad de transmitir enfermedades como la malaria, el dengue o el zika. Para ello, modifican los mosquitos en el laboratorio y luego los liberan.
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Opción 1: mosquitos del laboratorio genético
Un método para frenar las enfermedades vectoriales podrían ser los mosquitos modificados genéticamente.
Los investigadores crían en el laboratorio mosquitos macho portadores de un gen específico. Este gen garantiza que todas las crías hembras mueran en la primera fase larvaria. Las crías macho, en cambio, sobreviven, y también se convierten en portadoras del gen, que transmiten a las generaciones futuras. Así es como se supone que la población de mosquitos se reduce gradualmente.
Desde hace años se conducen estudios de campo. En Brasil, Panamá y las Islas Caimán, las poblaciones de mosquitos se han reducido (temporalmente) en más de un 90%. Sin embargo, un estudio en Brasil no dio el resultado previsto. Aunque al principio la población de mosquitos se redujo considerablemente, volvió a su tamaño original unos 18 meses después de finalizar el intento
Opción 2: mosquitos infectados
Los científicos también están trabajando con mosquitos a los que infectan deliberadamente con patógenos como bacterias u hongos.
El mayor proyecto de este tipo hasta la fecha es el World Mosquito Program, una organización sin fines de lucro. El personal del programa infecta mosquitos Aedes aegypti, que transmite el virus del zika, con la llamada bacteria Wolbachia. Los mosquitos infectados con esta bacteria no transmiten virus como el dengue o el zika fácilmente. De esta manera se puede reducir la propagación de la enfermedad sin modificar genéticamente los mosquitos ni reducir su población.
El World Mosquito Program ya ha probado su método en muchos países. En Yogyakarta (Indonesia), por ejemplo, los casos de dengue se han reducido en un 77%. En Brasil, la carga de la enfermedad se ha reducido hasta ahora en un 38%.
Opción 3: mosquitos esterilizados
Otro enfoque es la "técnica de los insectos estériles" (TIE). Se trata de esterilizar a los mosquitos macho con ayuda de rayos gamma y rayos X, y, a continuación, liberarlos. Los mosquitos pueden entonces aparearse con las hembras, pero la reproducción es infructuosa.
Estudios demuestran que de esta manera las poblaciones de mosquitos en las regiones pueden reducirse en un 90%. "Pero para conseguir estos efectos hay que liberar un número muy elevado de mosquitos", explica a DW Rafael Maciel de Freitas, quien trabaja en la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil y en el Instituto de Medicina Tropical Bernhard Nocht.
De estos tres métodos, no hay ninguno que sea el mejor. "Cada método por sí solo es sólo un método. No hay una receta única para controlar los vectores", afirma Freitas. Lo más importante, y al mismo tiempo difícil, dice, es coordinar y combinar inteligentemente los distintos enfoques a largo plazo.