Michael J. Fox vivió en el año 2018 su "momento más oscuro".
En conversación con People, y a propósito del próximo lanzamiento de sus memorias "No time like the future", el actor estadounidense de 59 años reveló que los doctores le encontraron un tumor no cancerígeno en la médula espinal.
La tumoración crecía rápidamente y le generaba un dolor insoportable. "Me dirigía a la parálisis si no me operaba", dijo el recordado protagonista de la saga "Volver al futuro".
La operación, aunque resultó exitosa, fue muy arriesgada. De hecho, el tumor estaba contrayendo la médula espinal, "por lo que (los doctores) tenían que tener mucho cuidado al extirparlo para que no hiciera más daño", señaló Fox.
Así, inició un proceso de cuatro meses en el que tuvo que reaprender a caminar. El intérprete de Marty McFly pensó que lo peor había pasado, pero no fue así.
Se fue de vacaciones con su familia a Martha’s Vineyard y regresó solo a su apartamento en Nueva York para filmar un cameo en una película de Spike Lee al día siguiente. Durante la mañana, se cayó en la cocina y se fracturó el brazo: una nueva lesión de gravedad.
"Estaba apoyado contra la pared de mi cocina, esperando a que llegara la ambulancia, y pensé: 'Esto es lo más bajo que puedo estar'. Fue cuando cuestioné todo. Como, 'no puedo poner una cara positiva en esto. No hay ningún lado positivo en esto, no hay ventajas. Esto es solo pesar y dolor'", recordó Michael J. Fox.
Incluso, temía por no poder seguir ayudando a otros ni ofrecerles esperanza debido a su estado mental.
Por suerte, nada de eso ocurrió y el actor se recuperó. "Ahora tengo el optimismo de un hombre de 60 años", expresó.
