Científicos del centro Internacional Antártico, en Christchurch, realizaron una inusual operación de prótesis, impresa en 3D, a un pingüino que le fue amputada su pata.
El ave perdió su extremidad por las graves heridas que tuvo luego de quedar atrapado en una red, frente a la costa de Nueva Zelanda, en 2007.
El pingüino fue rescatado por un veterinario escocés que lo llamó Bagpipes ("Gaita" en español), como el instrumento musical.
Después de la amputación, Bigpipes perdió la capacidad de caminar y nadar bien.
Con el fin de corregir la situación se habían fabricado mecanismos para que el pingüino se pudiera mantener en posición vertical, pero aun no podía desplazarse con libertad.
Sin embargo, a principios de junio del 2016, se realizó la primera intervención de esta naturaleza en Nueva Zelanda, gracias a la prótesis diseñada por Don Clucas de la Universidad de Canterbury.
La fabricación de la protesis tardó 30 horas, y según agregó Clucas, "la parte más difícil fue escanear el pie porque es bastante intranquilo (el pingüino)".
Dentro de los próximos días se realizarán algunas modificaciones a la pata artificial, como la incorporación de gomas para mejorar el agarre.