Por qué los océanos se están destruyendo
El número de peces claves para la alimentación del ser humano está disminuyendo de manera preocupante en todo el planeta.
El informe “Planeta vivo 2015” publicado este 16 de septiembre por la organización WWF alerta de la importancia de estas poblaciones para la seguridad alimentaria de las personas.
Según el documento publicado por la organización ecologista, es probable que las especies esenciales para la pesca comercial y el consecuente suministro de alimentos a escala global estén sufriendo uno de los mayores descensos conocidos.
Según WWF, la población de pescados de alto consumo como caballas, bonitos y atunes habría sufrido un descenso del 74 por ciento en los últimos 40 años. El estudio analiza 5.829 poblaciones de 1.234 especies diferentes y, de media, muestra un descenso general de las poblaciones marinas del 49 por ciento en el período 1970-2012.
“Estamos capturando peces de tal manera que podríamos quedarnos sin acceso a una fuente de alimento vital para el hombre. La sobrepesca, la destrucción de los hábitats marinos y el cambio climático tendrán consecuencias nefastas para las comunidades más pobres que dependen del mar”, advierte Marco Lambertini, director de WWF Internacional.
Vegetación marina desaparece
Pero no sólo la fauna está desapareciendo de nuestros mares.
Asimismo, el informe recalca el retroceso que han sufrido ecosistemas tan necesarios para la vida como los arrecifes de coral, los manglares o las praderas marinas. Estos núcleos de vegetación acuática, refugio de muchas especies de peces, podrían desaparecer de los océanos antes del año 2050, como consecuencia del cambio climático.
Teniendo en cuenta que más del 25 por ciento de las especies marinas vive en los arrecifes de coral, y de cuyos beneficios económicos, sociales y culturales se benefician cerca de 850 millones de personas, WWF advierte que su desaparición “sería una extinción catastrófica con consecuencias dramáticas”.
“La buena noticia es que existen soluciones y sabemos lo que hay que hacer”, dice Lambertini, y añade: “El océano es un recurso renovable que puede abastecer a las generaciones futuras si abordamos estas presiones de forma efectiva. Debemos aprovechar este conocimiento para apoyar el océano y revertir el daño mientras podamos”.
Soluciones al alcance de la mano
El informe de 2015 pone de manifiesto que aún hay oportunidades de preservar y reconstruir el capital natural marino. Para empezar, WWF urge a consumir de forma responsable y, en el caso de los gobiernos, las empresas y los consumidores, recomienda dar prioridad a la sostenibilidad.
A efectos prácticos, la WWF calcula que por cada dólar invertido en la creación de áreas marinas protegidas se podrían obtener tres en concepto de beneficios producidos por factores como la pesca, las industrias derivadas o la protección de las costas.
Por último, instan a los gobiernos a tratar el tema en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que, al igual que la Cumbre de París, tendrá lugar durante este mes de septiembre. Y es que, según el documento, los compromisos internacionales actuales no bastan para detener el calentamiento global.