La cantidad de gases de efecto invernadero liberados en la atmósfera de la Tierra durante el año 2017 alcanzó máximos históricos, según el Informe Anual del Estado del Clima, emitido por el Gobierno de Estados Unidos y publicado el miércoles.
La concentración media mundial de dióxido de carbono (CO2) en la superficie de la Tierra en 2017 fue de 405 partes por millón (ppm), es decir, 2,2 ppm más que las registradas en 2016. El estudio indica que esta concentración de gases fue la más alta en los registros modernos de medición atmosférica.
El Informe Anual del Estado del Clima, elaborado por más de 450 científicos de más de 60 países en coordinación con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés), describe el empeoramiento de las condiciones climáticas en todo el mundo en 2017, cuando el presidente de EE.UU., Donald Trump, se retiró del acuerdo sobre el clima de París.
EE.UU. es el segundo mayor contaminante del mundo después de China, pero se ha retirado de sus compromisos medioambientales bajo el Gobierno de Trump, quien ha llegado a manifestar que el cambio climático es "un cuento chino".
El informe indica que la tasa de crecimiento global de CO2 se ha "casi cuadruplicado desde principios de la década de 1960" y, aunque 2016 fue el año más caluroso en los tiempos modernos, 2017 no se quedó atrás con "condiciones mucho más cálidas que la media" en la mayor parte del mundo.
Máximos de temperatura y una preocupante situación en el Ártico
Así, de acuerdo al informe, España, Argentina, Uruguay y Bulgaria experimentaron temperaturas récord anuales, mientras que México "batió su récord anual por cuarto año consecutivo". "Los 10 años más cálidos registrados han ocurrido desde 1998, y los cuatro años más cálidos desde 2014", alerta el texto.
Los datos que arroja el estudio sobre la situación del Ártico no son tampoco alentadores: Un calor sin precedentes envolvió el Ártico, ya que la temperatura de la superficie terrestre durante 2017 fue 1,6 grados centígrados superior al promedio registrado entre 1981 y 2010.
Las temperaturas árticas fueron las segundas más altas después de 2016, teniendo en cuenta que los registros comenzaron en 1900. En marzo, la extensión del hielo marino alcanzó su cifra más baja en el registro de satélites desde hace 37 años y los glaciares de todo el mundo se redujeron por trigésimo octavo año consecutivo.