Científicos en Estados Unidos identificaron las sustancias químicas que le permiten a la planta Hierochloe odorata, repeler a los mosquitos.
Esta planta era utilizada tradicionalmente por los indígenas en Estados Unidos para protegerse de las picaduras de estos insectos.
En pruebas de laboratorio, descubrieron que dos componentes de la planta los espantaban de una tentadora muestra de sangre falsa, de la misma manera que lo hacen los repelentes que contienen DEET.
Aun hacen falta más pruebas para determinar cuánto dura este efecto.
Los investigadores señalan que los remedios de la medicina tradicional tienen mucho que ofrecer en este campo.
"Lo interesante de esta planta es que produce un componente, cumarina, que tiene mucho olor y que se conocía por tener algunas propiedades repelentes. Además, es muy segura", señaló Charles Cantrell, investigador del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Cantrell presentó los resultados de la investigación en el 250º encuentro nacional de la Sociedad Estadounidense de Química en Boston, EE.UU.
Crema y repelente a la vez
"Hay una historia interesante sobre la cumarina", dice el investigador.
"En los años 90, Avon tenía un producto, 'Skin So Soft', que según la gente descubrió funcionaba bien como repelente de insectos. No lo promocionaban como un repelente, pero su efectividad era muy conocida entre los consumidores".
"Científicos hicieron una investigación y descubrieron que uno de los elementos de 'Skin So Soft' era cumarina, que nosotros hemos identificado ahora en laHierochloe odorata".
Sin embargo, la cumarina no está actualmente registrada como repelente, explica Cantrell.
El segundo ingrediente que identificó es lo que se conoce como phytol, un elemento común en los aceites esenciales de plantas.
Se sabe que este ingrediente repele insectos, pero no se lo promociona como repelente.
Duración
Cantrell y sus colegas aislaron estas dos sustancias químicas de la planta usando vapor para separar los compuestos aceitosos y volátiles, y luego crearon 12 muestras.
Estas 12 muestras se las presentaron a los mosquitos.
El experimento estaba diseñado para imitar la piel humana. "Pones sangre falsa en un pequeño hueco y lo cubres con una membrana", dice el investigador.
Luego se perfuma la membrana con la sustancia química que se quiere probar y los investigadores cuentan, sencillamente, las picaduras.
"Tenemos cinco mosquitos por cada compartimento. Los puedes ver picando la membrana, pero, para la confirmación final, los estrujas, para ver cuáles contienen tinta roja".
Una vez que llegaron los resultados, el equipo identificó las moléculas específicas con un espectrómetro y la cumarina y el phytol fueron las que se destacaron.
"En un marco de tiempo de tres minutos, medimos el número de picaduras y resultaron tan efectivas como el DEET".
El próximo paso es hacer la prueba en un lapso de tiempo más práctico.
"No sabemos todavía cuál es la duración del efecto repelente. Puede funcionar bien en nuestro experimento de tres minutos, pero ¿cómo funciona durante tres horas?
"Esas son las preguntas que vamos a intentar responder en el próximo año o en los próximos dos".