AFP
Más de 330 ballenas muertas fueron halladas en un apartado fiordo de la Patagonia chilena, en uno de los varamientos de cetáceos más numeroso jamás registrado, reveló a la agencia AFP uno de los científicos que participó del hallazgo.
"Nos pareció una imagen apocalíptica. Nunca había visto algo igual", dijo a la AFP Vreni Häussermann, directora del Centro Científico Huinay, que participó de la expedición que halló las ballenas muertas.
En abril pasado, más de 20 ballenas de la especie Sei -de unos 10 metros de largo- habían sido reportadas muertas tras varar al norte del Golfo de Penas, en la Patagonia chilena, a unos 1.950 km al sur de Santiago.
Pero un posterior sobrevuelo realizado en junio a la zona por un equipo de científicos encabezados por Häussermann constató que el número de especies muertas era mucho más elevado.
"Pudimos contabilizar 337 ballenas muertas, incluidos cadáveres y esqueletos", dijo la científica a la agencia AFP.
El hallazgo se realizó en una extensa zona de la Patagonia chilena, uno de los lugares del mundo de más difícil acceso de acuerdo a Häussermann, y el número de ballenas muertas se completó tras el conteo realizado en el sobrevuelo, además de fotografías áreas y satelitales.
"Todavía hay muchas áreas a las que no pudimos llegar, así que es probable que haya más ballenas muertas", agregó.
Las causas de este varamiento masivo, uno de los mayores alguna vez registrado, serán entregadas por la revista Nathional Geographic -que financió el sobrevuelo- en una próxima edición.
Inicialmente, los científicos habían dicho que los especímenes encontrados no tenían heridas, por lo que se pensaba pudieron sufrir por la marea roja o algún tipo de virus.
La zona donde fueron halladas las ballenas es un fiordo cerrado y agreste, de verdes bosques y temperaturas muy bajas, donde sólo existe una base militar al menos a dos millas a la redonda.