La sentencia es clara: Si no se toman medidas drásticas cuanto antes, el elefante africano podría desaparecer del estado salvaje en una o dos décadas. Así lo aseguraron expertos reunidos en Botsuana, según la agencia AFP.
"Dentro de cinco años, quizá sea demasiado tarde para salvar a este magnífico animal", declaró Dune Ives, investigadora de la fundación Vulcan, ante los delegados de una veintena de ONG y de gobiernos.
"Esta especie corre el riesgo de extinguirse en el transcurso de nuestras vidas si la tendencia no se invierte”, agregó Ives.
Según las cifras utilizadas en la conferencia de Kasane, en 2013 quedaban unos 470.000 ejemplares en estado salvaje, frente a los 550.000 de 2006.
Con un ritmo de entre 25.000 y 30.000 elefantes abatidos cada año, la mortalidad supera ahora la tasa de natalidad del animal, que tan solo pare una cría a la vez, tras 21 meses de gestación.
Lucha contra la corrupción
La caza furtiva del elefante, es obra de organizaciones criminales muy organizadas. En 2014, los Estados africanos se comprometieron a aplicar 14 medidas "urgentes", entre las cuales, la clasificación de la caza furtiva como "crimen grave" y la puesta en marcha de mecanismos internacionales de lucha contra el tráfico.
En medio de este escenario, los delegados se reunieron este lunes para hacer balance de estas medidas, y prometer, entre otras cosas, una mayor lucha contra la corrupción.
Según un estudio presentado por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), existe una correlación entre el nivel de corrupción de un país y el nivel de caza furtiva.