En setiembre y octubre la muerte de unos pocos monos aulladores en el suroeste de Nicaragua llamó la atención de un grupo internacional de investigadores. Para enero ya habían registrado decenas de decesos y a fines de febrero superaban los 120.
“Es muy, muy, muy inusual ver esta cantidad de monos enfermos a la vez y ver esta cantidad de monos muertos a la vez”, dijo la científica conservacionista Kimberly Williams-Guillén, según una noticia publicada por la Universidad de Michigan, Estados Unidos, donde ella es profesora asociada.
Williams-Guillén, quien estudia los monos aulladores silvestres en Nicaragua desde 1999, es parte del equipo interdisciplinario que busca determinar qué está matando de forma repentina y masiva a estos primates en el país centroamericano.
Y Nicaragua no es el único país donde se están registrando misteriosas muertes de Alouatta palliata.
"Al mismo tiempo que se conoce a nivel internacional que esto está ocurriendo en Nicaragua, me contacta gente de Ecuador con la que colaboro y me dice que también allí hay un brote similar de muertes", le contó a BBC Mundo Liliana Cortés-Ortiz, bióloga evolutiva de la Universidad de Michigan.
El Paso del Istmo es un corredor biológico delimitado por el lago Nicaragua (en la foto) y el Océano Pacífico.
También en Panamá se constataron muertes de ejemplares de esta especie que habita desde el sur de México hasta el noroeste de Perú.
"Entonces empezó una alarma más seria, en el sentido de saber qué puede ser la causa de estas muertes", dijo Cortés-Ortiz.
La polémica de los números
En Paso del Istmo, un corredor biológico delimitado por el lago de Nicaragua y el Océano Pacífico que abarca unos 50 kilómetros de largo y de 1 a 25 kilómetros de ancho, la ONG Paso Pacífico ha verificado 100 muertes, informó Cortés-Ortiz.
Pero el número está en aumento.
"En una localidad en particular yo no esperaría encontrar más de una muerte cada seis meses", ejemplificó Cortés-Ortiz.
No obstante, en un día de recorrida por Paso del Istmo es posible encontrar un mono muerto, y entre dos y cinco con síntomas de enfermedad, actuando confundidos, colgados en las ramas bajas, sosteniéndose con la cola.
"Se amarran con la cola cuando se sienten débiles", explicó la bióloga evolutiva y contó que hace poco se vio conmovida por la imagen de un mono aullador que había muerto pero seguía atado a la rama por su cola.
Entre los fallecidos hay adultos, pero también jóvenes y juveniles.
En la zona costera sobre el Pacífico deEcuador los reportes actuales indican 50 decesos de monos aulladores y enPanamá, cinco.
Sin embargo, Eduardo Sacasa, veterinario del Zoológico Nacional de Nicaragua, negó estas muertes masivas.
Sacasa le dijo a BBC Mundo que en los últimos dos meses han registrado numerosas denuncias, pero solo constataron entre 8 y 10 fallecimientos, todos derivados de agresiones humanas.
"Hemos atendido todas las denuncias y no hemos encontrado evidencias de que los monos estén muriendo", afirmó.
"En Nicaragua existe la costumbre de exagerar. Si hay un mono muerto, decimos que son diez".
Sacasa, quien trabaja con fauna silvestre desde hace 19 años, dijo que recorrió distintas zonas de Nicaragua junto a técnicos del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria y del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales.
En ninguna de las dos instituciones respondieron los pedidos de declaraciones de BBC Mundo.
Disney Conservation Fund está apoyando esta investigación sobre los monos aulladores en Nicaragua.
Pero Sarah Otterstrom, directora ejecutiva de Paso Pacífico, dijo a BBC Mundo que confiaba en que el gobierno apoyará esta investigación que, por ejemplo, cuenta con financiación de Disney Conservation Funds y que ya ameritó una llamada a la ONG de parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
En este momento la ONG lleva 6 semanas esperando por ciertos permisos de investigación que precisan para estudiar la muerte de los monos.
Hipótesis que van de la sequía hasta el zika
Las causas de muerte de los monos aulladores, también llamados monos Congo, todavía no han sido determinadas, pero los investigadores manejan dos hipótesis centrales.
Por un lado, explicó Cortés-Ortiz, puede ser un problema asociado con cambios drásticos en el ambiente provocado por la sequía histórica que actualmente se vive en la región debido al fenómeno de El Niño.
Dicha sequía podría estar provocando inanición en los animales o estar empujándolos a comer alimentos que son tóxicos para sus organismos.
Por otra parte, "una hipótesis que es bastante fuerte es la posibilidad de que una enfermedad, una epidemia, esté causando la muerte a estos monos", agregó Cortés-Ortiz, quien ha estudiado a los monos aulladores en México, Panamá y Perú.
En sus 50 kilómetros de largo y entre 1 y 25 kilómetros de ancho, el Paso del Istmo presenta gran biodiversidad.
"Estos monos son particularmente susceptibles a la fiebre amarilla. Cuando hay un brote, estos animales son como centinelas de la enfermedad porque mueren inmediatamente".
De todos modos, no descartan la teoría de que se traten de los primeros casos de virus zika en primates del nuevo mundo.
Los expertos, pertenecientes a distintas áreas de especialización e instituciones científicas, están tomando muestras de monos fallecidos y de otros que muestran señales de desmejora, para hacer luego análisis morfológicos, moleculares y serológicos. Sin embargo, los resultados estarían recién en 6 meses.
En paralelo, están monitoreando distintas zonas donde habitan estos simios para ver qué similitudes y diferencias se registran en los lugares donde están muriendo por demás y en aquellos donde no.