MC Billeta ya no es un niño: "A los 12 años tenía dudas, pero tuve claro que quería ser músico"
MC Billeta se pegó el estirón, cambió la voz y expandió sus temáticas a la hora de componer.
Benjamín Correa, el rapero chileno que se hiciera conocido a los 12 años bajo el alero de Bitman y con canciones como "No, no, no", hoy tiene 22 años y no solo luce distinto debido a su edad, sino también en la experiencia acumulada en su vida personal y profesional durante la última década.
"De niño siempre traté de usar el sentido común en mis letras. Lo que decía y sentía eran todos los procesos que iba pasando. Por ejemplo, mis primeras maquetas de cuando tenía 4 o 5 años trataban acerca de mis tareas en mi colegio, mis primeros aprendizajes, canciones como 'Kinder – A', 'Agudas' y 'Al Colegio', eran partes de tareas que me enseñaban mis tías (las educadoras de párvulo). Luego, a los 12 años tenía muchas dudas, Ya estaba en otra etapa de crecimiento, era como una pequeña confusión, pero siempre tuve claro lo que quería, que obviamente era ser músico", dice MC Billeta en conversación con T13.
Y añade: "Ahora, con 22 años, las etapas anteriores me ayudaron a entender y cómo vivir en este nuevo tipo de entorno social que me rodea, lo que quiero decir es que ya toco temas no de la vida de un rapero, más bien de lo cotidiano que ocurre, actitudes del ser humano en general. Ser un 'héroe' no va conmigo, pero a veces decir lo que uno siente y saber que también le pasa a otro es muy gratificante".
En enero pasado, el MC publicó "Invencible", su primer disco en 10 años. Un trabajo en el que recoge la experiencia de la última década, siempre guiada por el hip hop y los ritmos urbanos.
"Cada día uno va aprendiendo cosas nuevas, especialmente en el mundo musical. Lo bueno es que desde un comienzo conocí a grandes músicos que me ayudaron en este camino: Bitman, Tata Bigorra, mi hermano Niel Brown, Lalo Meneses, entre otros. Con ellos crecí y me relacioné, enseñándome y guiándome. Hasta el día hoy me siento muy agradecido de cada persona que el destino la puso en mi camino", comenta Billeta.
"Lo que nunca he entendido y hasta el minuto aún sigo viendo lo mismo, es cómo los diferentes estilos musicales chilenos no son tan unidos, en el mundo entero se ven colaboraciones geniales y aquí no ocurre eso, son pocas las uniones que se dan y eso me cuesta entender", reflexiona.
—¿Cómo has vivido este proceso de crecer "en público"?
Gracias a mi familia y mi madre, especialmente, logré conllevar eso. Me cuidaron y tuve una infancia normal. Jugué y disfrute de mis amigos como cualquiera, la diferencia es que tenía otras tareas diferentes a ellos, igual me molestaban o chaqueteaban, pero yo creo que eso le pasa a todo el mundo que se encuentra expuesto en este mundo, fue raro. Hasta que hice una pausa. Más que pausa, tenía que centrarme en estudiar, porque nunca me ha gustado estudiar, soy ahí no más con los estudios —bueno, igual tuve una carrera técnica y ahora cuento con un diplomado en Producción Musical—. Me acostumbré que adonde vaya me conozcan o me reconozcan y me saluden. Es parte del juego, antes era el niñito que rapeaba y ahora soy el Billeta.
—¿Cómo se vislumbra el futuro en tu carrera?
Lo que se viene es trabajar harto con "Invencible", lograr llegar a cada ciudad del país. Lo ideal es salir a tocar, esperemos que sea pronto y desde ahí al extranjero, solo si Dios nos permite. Para mi carrera espero lograr consolidarme en lo que me gusta y alcanzar colaboraciones que permitan llegar a eso. Me gustaría grabar con Tego Calderón o Busta Rhymes, ahí me retiro tranquilo y me dedico a la producción musical… Y mis próximos planes es comenzar a trabajar en mi siguiente disco.