Cada vez más desechos plásticos llegan al mar a través de los ríos. La organización holandesa "The Ocean Cleanup" recolecta la basura con una nueva tecnología. ¿Es una solución efectiva?
"La mayor prioridad para solucionarlo es evitar el plástico", dice Melanie Bergmann, bióloga marina del Instituto Alfred Wegener. Al mismo tiempo, se podría "reflexionar" sobre medidas complementarias, como los recolectores recientemente desarrollados para desechos plásticos en los ríos.
La organización holandesa sin fines de lucro "The Ocean Cleanup" presentó dichas máquinas para minimizar la cantidad de desechos plásticos que llegan a los océanos a través de los ríos. Los dos primeros barcos ya están funcionando en Indonesia y Malasia; el tercero se utilizará en el Delta del Mekong, en Vietnam, y el cuarto, en la República Dominicana.
Con esta idea pionera, sus creadores persiguen el objetivo de instalar estos recolectores en 1.000 ríos muy contaminados en el mundo durante los próximos cinco años, reduciendo en un 80 por ciento las masas de plástico que desembocan en los océanos.
Los recolectores de basura no resuelven problemas básicos
Sin embargo, los expertos advierten que no hay que hacerse ilusiones, porque es beneficioso reducir los desechos plásticos con medios técnicos en los ríos, pero no se consigue resolver los problemas fundamentales. "Tenemos que evitar el plástico allí donde podamos. El plástico tiene que reciclarse. El plástico no es un material reciclable que se pueda dejarlo tirado. Por este motivo, necesitamos prohibiciones para el plástico desechable y circuitos cerrados", dice Nadja Ziebarth, directora de la Oficina de Conservación Marina de la Organización Medioambiental BUND.
La bióloga Bergmann está de acuerdo. Sería conveniente establecer prohibiciones en tantos países como sea posible, y crear envases alternativos, sistemas de depósito y el reciclaje de plásticos sin mezclar. "El compromiso voluntario no funciona", dice Bergmann. Los políticos que apuestan por ello "no quieren cambiar nada".
En la actualidad, el embalaje de plástico supone un gran problema: "El embalaje transparente puede constar de doce plásticos diferentes, que no se pueden usar para reciclar; necesitamos plásticos que se puedan realmente reciclar", dice Melanie Bergmann.
Otro problema agregado son los aditivos plásticos, como los agentes suavizantes, pigmentos o retardadores de llama. Estos, en parte, se disuelven y acceden al cuerpo humano. Un claro ejemplo es el bisfenol A (BPA): "Hemos detectado BPA en la sangre humana, y se cree que esto conduce a mayores tasas de cáncer de mama y afecta a la fertilidad masculina", afirma Bergmann.
De plástico a microplástico
Los recolectores de basura desarrollados por "Ocean Cleanup” en las desembocaduras de los ríos podrían eliminar una gran parte de los desechos plásticos de los ríos muy contaminados, pero aún así, el problema de los microplásticos en el mar solo se podría reducir parcialmente.
Una gran parte de los microplásticos se crea principalmente por la abrasión de neumáticos y carreteras, en la eliminación de residuos y por el lavado de textiles con fibras de plástico. Como consecuencia de la abrasión se produce polvo que se distribuye a través del viento por todo el mundo. Parte del polvo de plástico termina en el suelo, y una proporción mayor, directamente en los océanos, muchas veces, también, a través de los ríos.
Según un estudio del Instituto Fraunhofer Umsicht de Técnica Medioambiental y Energética, la abrasión de plástico en Alemania libera alrededor de 5,4 kilogramos de microplásticos por persona al año. Por eso, los investigadores recomiendan proteger a los humanos y al medio ambiente, reduciendo dicho impacto drásticamente en un 96 por ciento en Alemania, a 200 gramos anuales.
Reducir la producción de plástico
Los expertos están de acuerdo: con menos plástico, el impacto sobre el medio ambiente y las personas podría reducirse: "Aliviar los océanos a través de recolectores de basura en los ríos es mejor que nada, pero tampoco es la solución", resume Zielbarth.