¿Qué me conviene más, un cepillo dental manual o uno eléctrico? Seguramente te lo has preguntado alguna vez, sobre todo en ese momento en el que estás a punto de comprar uno nuevo y miras indeciso la miríada de alternativas en la estantería de la tienda.
Cuando BBC Mundo le planteó esa pregunta general al doctor Juan Carlos Llodra Calvo, secretario del Consejo General de Dentistas de España, él no tuvo dudas.
Aunque con ambos tipos de producto se puede hacer un cepillado dental eficaz siguiendo ciertas recomendaciones básicas, "determinados cepillos eléctricos son mejores que los cepillos manuales", contestó.
Las ventajas del cepillo eléctrico
Según Llodra Calvo la principal ventaja de ciertos cepillos eléctricos es que pueden reducir más la placa bacteriana, que es la responsable de la producción de caries y gingivitis.
Por otro lado, según apuntó el experto, cuando se utiliza un cepillo eléctrico el riesgo de abrasión del diente es menor, porque estos aparatos tienen un mecanismo de control de la presión que los hace menos proclives a erosionar la superficie de los dientes.
Un mal cepillado manual, que ejerce demasiada presión sobre el diente, puede limar el esmalte dental.
Por otro lado, el doctor Llodra Calvo destaca una consecuencia indirecta positiva del uso de los cepillos eléctricos: "Se ha comprobado que las personas que usan cepillos eléctricos suelen estar entre un 20 y un 40% más de tiempo cepillándose los dientes".
Este mayor tiempo de cepillado puede estar relacionado con ciertos factores, como que la gente se canse menos o esté más motivada para la higiene bucal.
Además, apunta el experto, algunos cepillos eléctricos de última generación incluyen una señal acústica que garantiza como mínimo un cepillado de dos minutos de duración, como recomiendan las organizaciones de salud internacionales.
Así que en términos generales, "todos estos factores, sumados, hacen que al final una eliminación mecánica de toda la placa bacteriana sea más fácil y mejor realizada con un instrumento electrónico", resumió Llodra Calvo.
Eso no quiere decir que todos los cepillos eléctricos sean mejores o que no se pueda mantener una buena higiene bucal con un cepillo manual.
En cuanto a qué tipo de cepillo eléctrico es mejor, el doctor señala que según la evidencia científica actual los que tienen un "mecanismo oscilante-rotatorio" son los más eficaces.
Esta tecnología hace que, además de girar, el cabezal del cepillo oscile sobre el diente y vaya adoptando ángulos distintos para poder alcanzar la zona yuxtagingival, es decir, la zona donde termina la encía y empieza el diente, que es de máxima importancia para eliminar la placa bacteriana.
Según Llodra Calvo en términos generales no hay ninguna contraindicación al uso del cepillo eléctrico. "Hoy en día la única barrera que puede haber es de corte económico, por su precio, pero no existe ninguna barrera médica o odontológica".
Cuándo es mejor usar un cepillo manual
Aún así el experto matiza que hay algunas circunstancias puntuales en las que puede ser más conveniente utilizar un cepillo manual.
Una de ellas, por ejemplo, es después de una ciugía, cuando hay puntos de sutura o existe una zona dolorida. En ese caso un cepillo manual de cerdas ultra suaves permite un cepillado más suave, en el que el usuario puede controlar mucho mejor la velocidad y el cuidado con el que limpia la zona sensible.
Por otro lado, en algunas personas que llevan ortodoncia se recomienda que el paciente utilice un cepillo eléctrico con cuidado, porque se puede desprender un alambre o un bracket con el cepillado.
En el caso de los niños, explica el doctor, no hay motivo por el que no puedan usar un cepillo eléctrico. Sin embargo, concede, la fidelización con la técnica del cepillado cuando son más pequeños suele hacerse con un cepillo manual, posiblemente, añade, porque hay una oferta mucho mayor de cepillos manuales adaptados al tamaño de la boca y las manos de los niños.
Cuándo se debe priorizar un cepillo eléctrico
Por otro lado, "hay situaciones en las que no hay duda de que el cepillo eléctrico debe ser priorizado", apunta Llodra Calvo.
Es el caso de las personas con discapacidad física o psíquica, que tienen problemas o limitaciones a la hora de mantener su higiene personal.
De la misma manera, si es un cuidador o un familiar el encargado de cepillar los dientes de una persona, "no hay duda de que un cepillo eléctrico es mucho más confortable, más eficaz y más práctico para eliminar la placa bacteriana", concluye el experto.
7 recomendaciones generales, con un cepillo manual o eléctrico
1. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día, al menos dos minutos cada vez.
2. Debe hacerse con una pasta fluorada para prevenir la caries.
3. En general los cepillos deben cambiarse cada dos o tres meses. En el caso de los cepillos manuales de cerdas ultrasuaves pueden durar menos y en el caso de los eléctricos la frecuencia de cambio puede variar de acuerdo a las recomendaciones de cada fabricante.
4. El tiempo de cepillado no cambia dependiendo de si se utiliza un cepillo manual o uno eléctrico. Para llevar la cuenta del mínimo de dos minutos recomendado por la OMS se puede utilizar un reloj de arena o en el caso de los cepillos eléctricos más modernos usar el temporizador con el que vienen equipados.
5. Tampoco importa la técnica. A lo largo de los años distintas instituciones han recomendado distintas técnicas de cepillado: con o sin inclinación, circular, vertical, de la encía al diente, etc. Pero según la valoración del doctor Llodra Calvo ninguna ha demostrado ser mejor que otra. De hecho, tampoco la OMS hace recomendación alguna con respecto a la técnica.
"Da un poco lo mismo cómo se cepilla uno siempre y cuando uno lo haga bien, de manera eficaz, llegando a todas las partes del diente y sin olvidar al final la lengua", resumió.
6. Para garantizar un cepillado eficaz se recomienda seguir un orden específico: tener un método, empezar por un lado y terminar por otro para no olvidarse de ninguna zona.
7. Llodra Calvo también recomienda cepillarse muy bien la lengua por la noche.
"La lengua actúa como una esponja. Si nos cepillamos muy bien los dientes y nos olvidamos de la lengua puede pasar que en la lengua se acumulen los millones de bacterias que vamos eliminando de los dientes y que a los dos minutos sea como si no hubiéramos hecho nada".