Madonna reunió el sábado 1,6 millones de personas en la famosa playa de Copacabana para el cierre de su gira The Celebration Tour, dijeron el domingo las autoridades de Río de Janeiro.
El organismo a cargo de la promoción de la ciudad, Riotur, celebró en las redes sociales la cifra, que supera la previsión de 1,5 millones. Así mismo, la estrella agradeció a través de su cuenta de Instagram.
La artista estadounidense, de 65 años, deleitó a la multitud con casi dos horas y media de espectáculo con un despliegue impresionante de decorados, luces y coreografías.
Madonna entrega increíble e histórico show gratuito en Río de Janeiro
En su cuarto concierto en Brasil, Madonna agradeció por la acogida a Río, "el lugar más bonito del mundo", y dedicó varios momentos del show a proclamar su amor por el país.
En el monumental escenario subieron las cantantes brasileñas Anitta y Pabllo Vittar, así como un grupo de jóvenes con tambores de diferentes escuelas de samba de Río de Janeiro.
Fue un momento de comunión con el público: la reina del pop vistió la camiseta verdeamarela de la selección de fútbol con el número 10 y la inscripción Ciccone, su apellido, y bailó y saltó con la bandera de Brasil.
Cuando interpretó "Music" las pantallas mostraron retratos de brasileños emblemáticos, entre ellos Pelé, el cacique Raoni, Daniela Mercury, Maria Bethania, Caetano Veloso, Paulo Freire y Marielle Franco, la concejal negra y lesbiana asesinada en 2018.
Los organizadores del show celebraron también el éxito de la convocatoria, al afirmar que superó otro hito, cuando en 2006 actuaron en la misma playa los Rolling Stones ante un millón de personas, según un comunicado.
Desde la tarde, Copacabana se cerró completamente a la circulación de vehículos y se volvió un enorme bulevar dedicado a la cantante.
El megaconcierto en la playa, cuya producción involucró a miles de personas y alteró la vida del barrio, fue una apuesta económica de las autoridades de Río, que inyectaron 4 millones de dólares de los 12 millones que costó la producción.
La Alcaldía de Río estima que el espectáculo aportará 60 millones de dólares a la economía local, con una ocupación hotelera inusitada para la época y cientos de restaurantes y comerciantes haciendo su temporada extra.