Esta noche, en un nuevo capítulo de “Juego textual”, Katty Kowaleczko, “Tita” Ureta, Begoña Basauri, María Jimena Pereyra, “Pepi” Velasco, “Chiqui” Aguayo, Rayén Araya y Yazmín Vásquez conversarán con la modelo Nicole Moreno, más conocida como “Luli”.
La ex figura de la farándula y actual modelo fitness explicará que su alejamiento de la farándula se dio, según ella, porque no tenía control sobre su propia historia. Especialmente en lo referente a los “tongos”.
“Muchas cosas que sucedieron no eran cosas que yo provocaba. Eran cosas que inventaban. Cuando yo iba a los programas iba siempre a aclarar. Eso me destruyó y por eso yo misma decidí dejar la farándula en 2013. Me cansé de que me hicieran daño”, asegurará.
Tras varios períodos de crisis, Nicole aprendió a manejar mejor su vida y a mantenerse alejada de las polémicas. “Hay que tener cuero de chancho. En algún momento me pasó la cuenta, pero después, cuando empecé yo misma a controlar las cosas, comencé a bloquear y me daba lo mismo”, indicará.
También se referirá a su embarazo ocurrido a los 14 años, según ella, porque nunca recibió educación sexual en su casa. Al respecto, recordará que su mayor apoyo fue una tía, que años después falleció de cáncer de mamas.
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“La extraño un montón, era mi confidente y mi amiga, tenía mucha confianza con ella. Me encomiendo mucho a ella, fue la primera persona que me acompañó. Recuerdo que volví del consultorio, metí 100 pesos en el teléfono público y le dije a ella primero. Ella me apoyó y le fue a contar a mis padres”, confesará.
En torno a sus relaciones, recordará que una vez le pidieron matrimonio. “Estábamos en Miami, me invitó a cenar. En un momento estaban los garzones, yo no entendí por qué, me invita a un espumante y al final de la copa estaba el anillo. Me causó más risa que romanticismo”, señaló, recordando que no aceptó, aunque “era un anillo fabuloso”.
Finalmente, contará que fue víctima de violencia física de parte de una de sus parejas, agregando que le costó mucho reconocer lo que le pasaba y salir de esa relación.
“Uno no le cuenta a nadie porque siempre piensa que las personas pueden cambiar. Me costó un montón salir, se volvió un vicio y gracias a Dios lo logré cuando me di cuenta de que me tenía que respetar como mujer, empezarme a querer y valorar, porque no correspondía lo que estaba pasando. No fui capaz de defenderme. En ese momento no tenía fuerza. Después de eso fui fuerte”, confidenciará.
