¿Un enfermo de coronavirus es capaz de contagiar a decenas o centenares de personas? El concepto de "súpercontaminador" de virus sigue siendo muy cuestionado por los médicos debido a los múltiples factores que entran en juego durante la transmisión.
El concepto de "súpercontaminador" ("super-spreader", en inglés) ya había sido utilizado por ejemplo durante las otras dos epidemias mortales de coronavirus, el SRAS (2002-2003) y el MERS (en curso desde 2012).
El término resurgió con la pandemia actual iniciada en China y propagada en todo el mundo.
"No es un término médico", pero sirve para designar a "una persona que contagia proporcionalmente a un gran número de individuos", sin que haya forzosamente un techo, explica a la AFP Amesh Adalja, médico especialista en enfermedades infecciosas emergentes y en la preparación ante pandemias, de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.
- Variables -
Desde el inicio de la epidemia a finales de diciembre, al menos dos personas fueron denominadas "súpercontaminadores" por los medios: se estima que contagiaron a más personas que la media, que es de dos a tres por enfermo cuando no se toman medidas de control (confinamiento, limitación de congregaciones...)
Es el caso de Steve Walsh, un empresario británico de regreso de Singapur que contaminó a una decena de personas en febrero en Francia e Inglaterra.
En Corea del Sur, una mujer de unos 60 años llamada la "paciente 31" podría haber contagiado a decenas de personas, especialmente durante una congregación religiosa en febrero.
Pero este concepto está sujeto a muchas incertidumbres y variables, según muchos especialistas: ¿Cómo saber hasta qué punto influyeron las características biológicas del enfermo, su comportamiento, su entorno? ¿Cómo eran las personas que infectó? ¿Eran especialmente vulnerables? ¿Cómo asegurarse de que fue realmente la misma persona la que provocó todos los contagios?
Otra variante desconocida es el papel de contagio de los niños, menos afectados por el coronavirus pero vectores de la enfermedad. Precisamente, porque se teme que puedan infectar a muchas personas, muchos países, como España, Francia e Italia, cerraron sus escuelas.
"Es posible que existan los +súpercontaminadores+", afirmó el jueves a la televisión francesa el doctor Eric Caumes, jefe del servicio de enfermedades infecciosas y tropicales en el hospital la Pitié-Salpêtrière, de París.
"El problema es que no conseguimos detectarlos", dijo.
"Parece que algunos pacientes y sin que esto esté relacionado con la intensidad de los síntomas, excretan muchos más virus que otros y por lo tanto lo transmiten más", dijo a la AFP el doctor Olivier Bouchaud, jefe del servicio de enfermedades infecciosas en el hospital Avicenne, a las afueras de París.
Pero "es solo una hipótesis y no tenemos una explicación clara en este momento", añadió.
- "Todos diferentes" -
"Todos somos diferentes, en cuanto a nuestros sistemas inmunitarios, nuestros comportamientos y los lugares a los que vamos. Todos estos elementos pueden desempeñar un papel en el número de personas a las que podemos contagiar. Los factores biológicos y comportamentales pueden influir, pero también el momento y el lugar", resume Christl Donnelly, profesora de epidemiología estadística del Imperial College de Londres y de la Universidad de Oxford.
Estas incertidumbres llevan al doctor Bharat Pankhania, especialista en enfermedades infecciosas de la facultad de Medicina de la Universidad británica de Exeter, a asegurar que los "supércontaminadores" no existen.
Es un "término inadecuado. Lo que tenemos son circunstancias que llevan a la infección de un mayor número de personas", aseguró, citando el caso de la "paciente 31" en Corea del Sur.
Y lo "más a menudo es el gentío, un lugar confinado con poca ventilación, un control infeccioso erróneo (...) y a menudo una persona en el inicio de su enfermedad, cuando las secreciones están al máximo", indicó.
Por estos motivos muchos prefieren hablar de "situación de súperpropagación", en vez de calificar a la persona de "súpercontaminador", que además es un término que "estigmatiza", según el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran.