Los hombres occidentales tienen cada vez menos espermatozoides
En el eyaculado de hombres de América del Norte, Europa, Australia y Nueva Zelanda se encuentran cada vez menos espermatozoides. Entre 1973 y 2011 el número de espermatozoides por milímetro cúbico de esperma ha disminuido en un 52,4 por ciento. Y en el caso del número de espermatozoides por eyaculación, el retroceso es aún mayor: un 59,3 por ciento. Así lo apuntan los investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén en su estudio publicado en la revista "Human Reproduction Update".
En Asia, África y América del Sur, sin embargo, los científicos no pudieron detectar ninguna disminución estadísticamente significativa.
Para su meta-estudio, los científicos avaluaron 185 estudios ya existentes. En ellos se documentan 244 mediciones de espermatozoides en las que participaron unos 43.000 hombres. El 28 por ciento de los datos proceden de países en desarrollo.
No hay razón para el pánico
"Si nos fijamos en el estudio, queda claro que hubo una disminución constante y significativa entre los años 1970 y finales de 1990", dice Stefan Schlatt, director del Centro de Medicina Reproductiva y Andrología en la Westfälische Wilhelms-Universität de Münster. "Pero todavía nos encontramos dentro de un rango que la Organización Mundial de la Salud considera normal".
Menos de 15 millones de espermatozoides por mililitro de eyaculado significarían un riesgo de infertilidad. Actualmente, la cantidad de espermatozoides es, en promedio, al menos de 47 millones. "Además, parece que la cifra promedio se ha estabilizado en los últimos diez a quince años", tranquiliza el profesor que, sin embargo, no participó en el estudio.
Referencias a otras enfermedades
Artur Mayerhofer, profesor de biología celular en el centro de biomedicina de la Universidad de Múnich se muestra preocupado. "No hemos visto algo tan bien documentado y elaborado como ese estudio", dice en entrevista con DW.
Esto no quiere decir que los hombres se estén volviendo infértiles. Sin embargo, la investigación podría explicar otras tendencias que observamos, por ejemplo acerca del cáncer testicular o relaciones entre la tasa de enfermedades y la mortalidad".
El aparato humano para la producción de esperma es muy sensible. Observamos que nuestro estilo de vida tiene algún tipo de influencia sobre esa producción", explica el profesor.
Los sospechosos: teléfonos móviles, fumar, pañales, drogas…
Los investigadores sólo pueden especular sobre las causas. Algunas de las posibles explicaciones suenan bastante divertidas: "Tal vez los hombres en los países occidentales se fijan demasiado en mujeres desnudas, sobrecargando a nuestro hipotálamo con demasiada información", especula Schlatt. "O posiblemente nuestros pañales estaban demasiado apretados y eso causó un exceso de calor".
"Tal vez los medicamentos como la aspirina o el paracetamol tienen un efecto negativo en nuestras células madre. También podía ser que nuestros teléfonos celulares afecten a los órganos. O también puede ser todo en conjunto, no lo sabemos", dice Schlatt. Una cosa por lo menos ya se sabe: fumar no es bueno para los espermatozoides.
Al menos hay algo que podría consolar a los hombres: el mayor problema en la medicina reproductiva en los países occidentales no es la infertilidad masculina. Los médicos se preocupan mucho más por el hecho de que las mujeres tienen hijos cada vez más tarde.