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Para los fanáticos, el ramen es un bello espectáculo: fideos tensos en un caldo vaporoso y rico, listos para su consumo instantáneo.
Sin embargo, devorar un tazón de ramen puede resultar... abrumador. Pocos alimentos inspiran un culto semejante, pero es un tanto incómodo para comer. ¿Se sorben los fideos largos o se intenta “cortarlos” con los palitos? ¿Se imita al que tomó el tazón y bebió de él o esa persona nunca fue a un restaurante?
Para establecer algunas reglas generales, acudimos a Ivan Orkin, fundador de Ivan Ramen, que tiene dos locales en Nueva York. Orkin, un hombre blanco del estado de Nueva York y estrella de la tercera temporada de Chef’s Table, comenzó su carrera con el ramen en Tokio viendo cocinar a los expertos; causó sensación cuando abrió su propio local en la capital japonesa.
Orkin pasó años estudiando el arte del ramen y sabe exactamente qué hacer —y qué no— con ese valioso tazón de fideos. Estas son sus reglas, dictadas con sus propias palabras.
1. Que no se enfríe
La primera regla del ramen es comerlo caliente. Ninguna persona inteligente haría a un lado una pizza recién horneada para comenzar a comer ensalada, ¿no? La mayoría de los ramen viene en un caldo caliente, lo que significa que los fideos se pueden sobrecocer si quedan demasiado tiempo ahí. Un fideo demasiado cocido no sólo se ablanda: también almidona el caldo. Beba el caldo como cuando toma café demasiado caliente por la mañana. Quizás esté excesivamente caliente, pero bébalo como si lo necesitara (como con esa porción de pizza tan caliente que quema el paladar pero que usted come igual a esa temperatura porque está muy rica).
2. Sorber
No tenga miedo a sorber el ramen. Es lo que se espera en Japón. Para empezar, eso enfría los fideos. Además, los fideos que se pueden absorber indican que el caldo tiene suficiente grasa para pegarse a ellos. Si no se puede —si el fideo se siente seco—, el caldo no es lo suficientemente rico. Lo que me lleva a una observación adicional sobre el fideo correcto en el caldo correcto: juntar fideos y sopa es como juntar el pan y el contenido de un sándwich. Si usted trata de preparar un sándwich con salami Genoa y un roll súper blando, será un fracaso y se le desarmará en las manos. Un caldo denso como el tonkotsu, que es opaco y está hecho de grasa de cerdo, pide un fideo más sólido. Un caldo más liviano como el shoyu, con sabor a soja, pide un fideo más delicado (sirvo ambos tipos de ramen en Ivan Ramen y shio, o ramen de sal). La idea es tener una sopa armónica. Esto no necesariamente es algo que se pueda controlar, pero estar al tanto de ello lo convierte a usted en experto.
3. No pensar demasiado en los modales
No hay ningún problema con beber el caldo del tazón. Se entiende esto como un elogio a su calidad. Pero tenga cuidado al terminarlo; esos caldos son bombas de sabor llenas de sodio. Otra cosa que está bien es pedir más fideos si se terminó los que tenía en el tazón. Por último, tenga a mano una pila de servilletas, porque el ramen puede ser un desastre. Por eso es tan popular. Como los grandes alimentos reconfortantes del mundo, es un desastre y una maravilla.
