¿Prevalecerá el espectáculo o la política? ¿Triunfarán los dramas humanos o un musical pondrá fin a la sequía de este género en los Oscar de los últimos años? ¿Se cerrará la controversia sobre la falta de diversidad?
Todo está prácticamente listo para la gala de los premios que la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos entrega este domingo en el teatro Dolby de Los Ángeles, California.
Las 14 nominaciones de La La Land ("La ciudad de las estrellas") y la carrera que ha seguido hasta llegar a esta cita hacen pensar en una noche arrolladora para el musical de Damien Chazelle pero el camino no será fácil.
Posiblemente nos equivocaríamos menos si jugáramos a predecir cuántas veces será nombrado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Mejor película de habla no inglesa: ¿mensaje político de Hollywood?
Como medio internacional, empezamos por esta categoría en la que, para empezar, echamos en falta la película francesa Elle.
Pasada la sorpresa de los cinéfilos al ver que la obra del holandés Paul Verhoeven ni siquiera superaba el primer corte de selección, todos los ojos se posaron sobre la alemana Toni Erdmann, una comedia de Maren Ade que pronto apuntó como favorita para obtener el galardón.
Sin embargo, la decisión del presidente Trump de restringir el acceso a Estados Unidos de los ciudadanos procedentes de siete países de mayoría musulmana, entre ellos Irán, le dio más opciones a la película iraní The Salesman ("El viajante"), dirigida por Asghar Farhadi.
La orden ejecutiva está en suspenso por un fallo judicial pero Farhadi no acudirá a la ceremonia el domingo, como gesto de rechazo a las políticas de Trump.
"Farhadi no quiere que se utilice la palabra boicot, pero aunque ahora el veto migratorio no esté vigente, cree que el mensaje de rechazo sigue siendo necesario", comenta Bhaman Kalbasi, periodista del servicio persa de la BBC.
En esa misma línea, si Hollywood quiere lanzar un mensaje puede hacerlo dándole el premio a esta película que, más allá de contingencias políticas, también goza de calidad artística.
Mejor actor protagonista: sorpresa de última hora
Si me hubieran preguntado hace un mes, habría dicho que este premio tenía nombre propio: Casey Affleck.
En "Manchester frente al mar", Affleck interpreta a Lee Chandler, encargado del mantenimiento en un edificio de apartamentos de Boston, solitario y aparentemente sin emociones.
Su trabajo le ha proporcionado un premio tras otro, incluidos el Globo de Oro y más recientemente el Bafta de la Academia británica.
Sin embargo, el pasado 29 de enero, Denzel Washington dio la sorpresa al recibir el SAG (premio del Sindicato de Actores) por su papel en Fences, adaptación al cine de una obra de teatro por la que Washington obtuvo el Tony.
Generalmente los ganadores del SAG repiten en los Oscar.
La crítica nacional e internacional ha aclamado el trabajo de Affleck y su candidatura sigue siendo muy fuerte.
Pero dos factores inclinan ligeramente la balanza a favor de Washington: las acusaciones contra Casey Affleck por acoso sexual hacia dos empleadas y el deseo de la Academia de zanjar la discusión sobre la falta de actores negros en sus listas de premiados.
Mejor actriz protagonista: la ternura frente al desgarro
Con permiso de la excelente Meryl Streep, la actriz que año tras año se bate a sí misma en premios y nominaciones, y de Natalie Portman, que firma un excelente retrato de Jackie Kennedy en Jackie, esta categoría es una batalla entre Emma Stone, La La Land, e Isabelle Huppert, Elle.
De Stone se ha dicho que no canta ni baila lo suficientemente bien, pero su ternura, su capacidad de conectar con el público y su magnetismo, que se extiende a la Academia, suplen esas carencias.
Frente a ella tiene a Isabelle Huppert, magistral en la polémica Elle. Es la primera nominación para la actriz francesa, algo que resulta sorprendente al repasar su currículo.
Huppert llega al domingo reforzada por el Cesar recibido este viernes en Francia por este mismo trabajo, pero vemos a Stone un paso por delante.
Mejor actor de reparto: traficante de drogas poco convencional
En esta y la siguiente categoría la predicción resulta mucho más fácil (lo que no quiere decir que sea infalible).
Parece difícil imaginar una situación en la que Mahershala Ali no se vea reconocido por su personaje, Juan, en Moonlight.
El británico Dev Patel, Lion, pondrá cierta emoción pero Ali es claro favorito.
Mejor actriz de reparto: ¿debería ser protagonista?
La única crítica es que debería optar a mejor actriz protagonista, y no de reparto
Pese a las excelentes interpretaciones de Naomi Harris (Moonlight) y Mchelle Rodríguez ("Manchester frente al mar"), a la tercera será la vencida y Davis ganará el Oscar para el que ha estado nominada en otras dos ocasiones.
Mejor banda sonora: como un guante
La banda sonora de Moonlight ha sido elogiada por crítica y público como una verdadera obra de arte pero imponerse a un musical en esta categoría sería una hazaña sorprendente.
Lo mismo ocurre con Jackie, que en otras circunstancias habría tenido verdaderas posibilidades, pero vemos muy difícil que este premio no sea para La La Land.
Mejor guion original: el drama frente al baile
De las seis nominaciones que tiene, este es el premio más probable para "Manchester frente al mar".
Se enfrenta a la poderosa La La Land, pero nos parece difícil que Kenneth Lonergan se vaya a casa sin este Oscar, teniendo en cuenta además que no se verá las caras con Moonlight en esta categoría.
Mejor guion adaptado: la poesía de Jenkins
Siguiendo la línea del pronóstico anterior, Moonlight es nuestra favorita en este apartado superando por poco a Lion.
El premio del Sindicato de Guionistas el pasado fin de semana supuso un espaldarazo importante para las opciones de este drama personal ambientado en Miami.
Mejor director: ¿cosa de dos?
Y aquí es donde se vuelven a encontrar los contendientes que más dificultan la designación de un favorito.
Sin desmerecer el retorno de Mel Gibson al redil de Hollywood ni el tremendo trabajo de Kenneth Lonergan en "Manchester frente al mar", la decisión está entre Barry Jenkins (Moonlight) y Damien Chazelle (La La Land).
Con dos apuestas diametralmente opuestas, Jenkins y Chazelle tienen en común la pasión, la convicción y la perseverancia para llevar a cabo sus trabajos.
Mejor película: ¿La La Land vs Moonlight?
Este año son nueve las películas que aspiran al mayor galardón de la noche, pero en BBC Mundo reducimos el número a dos.
El musical de Chazelle ha sido la película a batir en todas las ceremonias de premios y parece lógico pensar que la gran fiesta de Hollywood se rendirá también a su encanto.
Sin embargo, Moonlight viene cobrando impulso en las últimas semanas frente a cierto desgaste de La La Land.
Toda la atención y bombo que se le ha dado a la película de Chazelle puede terminar por volverse en su contra.
Puede ser que la Academia opte por repartir sus dos galardones más preciados: si Chazelle gana el premio a mejor director, entonces la mejor película sería Moonlight. Y viceversa
