Las enfermedades sexuales, un tabú en Alemania
Por segunda vez, Aysha H. ha estado intentando que la examinen para detectar posibles enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Después de un intento fallido con su médico de familia en Berlín, esperó por un tiempo a que su ginecólogo la explorara.
Ella y su exnovio comenzaron de nuevo a estar juntos después de haber roto su relación. Ambos querían asegurarse de que estaban saludables antes de continuar con sus encuentros sexuales. Sin embargo, la respuesta de la enfermera fue desalentadora.
Esta le preguntó a Aysha H. que por qué quería un examen general si no mostraba ningún síntoma. "Esa respuesta me dejó aturdida", dijo Aysha H. "Como si fuera una hipocondríaca. Lo único que quería era tener una vida sexual segura", responde.
Conversaciones desagradables:
Todavía sigue habiendo conversaciones desagradables sobre enfermedades de transmisión sexual en las consultas de muchos médicos en toda Alemania, dice Norbert Brockmeyer, jefe del Centro de Salud y Medicina Sexual en Bochum. Si no fuera porque en el pasado se diagnosticaron oportunamente infecciones como la sífilis, la clamidia y la gonorrea, en este país habría un aumento dramático en los índices de ETS.
"Cualquier persona infectada puede contagiar a otros, incluso si no tiene ningún síntoma", explica Brockmeyer. "Por lo tanto, estas ETS continúan expandiéndose", asegura. Mientras que el número de casos de sífilis fue tan bajo en 2001 que hasta incluso pasó desapercibido, según el Instituto Robert Koch, la cifra de casos ha aumentado a más de 7.000 en los últimos años. Además, según las estimaciones, hay alrededor de 300.000 nuevas infecciones por clamidia y 30.000 casos de gonorrea por año, según Brockmeyer.
Si no se tratan, estas enfermedades pueden tener graves consecuencias, como infertilidad, insuficiencia orgánica y cáncer. Además, aumentan la probabilidad de contraer otra ETS: el VIH.
Estigma y vergüenza:
El tabú con respecto a las ETS en Alemania se debe especialmente a que muchas personas no son conscientes del aumento de los índices de esas enfermedades. Esto se aplica tanto a los ciudadanos como a muchos médicos, según Brockmeyer.
Es irónico que las razones de la ignorancia con las ETS también se deba a las exitosas campañas de prevención del sida en la década de 1990. A medida que los alemanes usaban cada vez más preservativos, las tasas de VIH disminuían y también las de las ETS.
El resultado: los médicos jóvenes, durante su carrera, consideraban que las infecciones de transmisión sexual eran un fenómeno raro, y todavía sigue siendo poco común que los facultativos se encuentren con pacientes con sífilis o gonorrea.
Médicos con pocas palabras:
En la práctica, según Brockmeyer, algunos médicos no saben qué preguntas deben hacer sobre salud sexual. No todos saben que, si aparecen síntomas, el seguro de salud alemán cubre las pruebas de ETS.
Para combatir este estigma, el Centro Alemán de Educación para la Salud lanzó una campaña de prevención de ETS en 2016. Desarrolló un plan de estudios para médicos para ayudarlos a diagnosticar infecciones y mejorar la comunicación en el área de la salud sexual.
Además, se lanzó otra campaña en los medios de comunicación para alentar a las personas sexualmente activas a hacerse la prueba si notan síntomas como picazón o ampollas en los genitales.
"Recomendamos ponerse en contacto con la autoridad de salud local, el centro de asesoramiento o el médico de familia para ver si las pruebas de ETS son necesarias en caso de que no haya síntomas", según un comunicado de la agencia alemana.
El trauma con el sida:
Los hombres homosexuales tienen más opciones de exámenes de ETS en Alemania. Muchas clínicas se han especializado en los problemas de salud de los homosexuales.
Esto se debe a que, en parte, sufren más a menudo estas infecciones, dice Wolfgang Osswald, médico del Checkoint Mann-O-Meter. Además, existe una mayor conciencia de la importancia de realizar estas pruebas entre hombres homosexuales y bisexuales.
"Perdí a muchos amigos y colegas a causa del sida en las décadas de 1980 y 1990, por lo que nuestra comunidad en verdad se sensibilizó con respecto a los peligros de las enfermedades de transmisión sexual", aclara.