Cada vez que aparece en el escenario, en presentaciones o en alguna alfombra roja, uno de los sellos distintivos de la cantante estadounidense Ariana Grande es su cabello. Siempre recogido en un medio moño y con extensiones.
Tras esa característica, se esconde un verdadero problema capilar que la artista comenzó a sufrir hace años, cuando actuaba en la serie de Nickelodeon, "Victorious".
En esa época, Ariana se teñía y trataba tanto el cabello, que éste comenzó a deteriorarse y caerse. La misma artista confesó en redes sociales que “tuve que blanquear el pelo y teñirlo de rojo cada dos semanas durante los primeros 4 años interpretando a Cat. Como es de suponer eso destruyó totalmente mi pelo”.
Con el tiempo, la cantante se acostumbró al look y se quedó con el traidicional moño y extensiones “Es lo único que funciona por ahora y es con lo que estoy cómoda por primera vez en años”, señaló.