Lorraine Culloch y Mike Roberts andaban perdidos con su auto por el fiordo de Moray, el más grande de Escocia, en Reino Unido, cuando observaron un delfín que les llamó la atención cerca del estuario de Cromarty.
Su piel tenía ampollas y el lado superior derecho estaba completamente despellejado.
Había permanecido 24 horas fuera del agua, en las marismas, y se había quemado por el sol.
Sucedió a fines de mayo, pero su aspecto hoy día es bien diferente.
Y todo gracias a algunos voluntarios de rescate marino y ciudadanos, que hicieron un esfuerzo por reflotar al animal y devolverlo al agua.
El delfín, una hembra a quien llamaron Spirtle, fue visto por primera vez este mes por científicos de la Universidad de Aberdeen, en Escocia.
Según los científicos y trabajadores de la asociación Programa de Varamientos Marinos de Escocia (SMASS, por sus siglas en inglés), por primera vez en Reino Unido pudieron monitorear el comportamiento de un delfín tras haber sido varado.
Y esperan que, más adelante —todavía es muy joven— llegue a reproducirse y pueda cuidar a sus crías.
Comportamiento normal
Andrew Brownlow, de SMASS, dijo que el simple hecho de que alguien viera al delfín en las extensas marismas fue "un milagro".
Los especialistas de SMASS dijeron que las ampollas del lado derecho de Spirtle tenían un aspecto "horrible" pero, debido a la composición especial de la piel de los delfines, logró sobrevivir a una quemadura a la que otros animales probablemente no habrían podido.
Además, agregaron, es importante señalar que la herida no parecía infectada y que muestra signos de curación.
El delfín muestra signos de comportamiento normal, incluida la búsqueda de alimento.
Spirtle es uno de los 200 animales que, según los científicos marinos de la Universidad de Aberdeen, forma parte de la población animal de la costa oriental escocesa.
Pero su caso es muy particular.
"No habíamos visto nada igual. Es un caso único y esperamos poder ser capaces de no perderle la pista", dijo Barbara Cheney, investigadora de esa universidad.
Las heridas no parecen infectadas y muestran signos de curación, dicen los expertos.