La historia de David Deutchman se ha popularizado en todo el mundo como la del “abuelo de la Unidad de Cuidados Intensivos”.
Durante los últimos 12 años trabaja como voluntario en el hospital infantil Children’s Healthcare de Atlanta, Estados Unidos, para acompañar, abrazar, cantar y dar cariño a niños prematuros cuyos padres no pueden estar todo el tiempo con ellos.
Después de pensionarse, decidió dedicar parte de su tiempo a algo que tuviera un sentido para él y que también significara algo para otras personas. Y asegura que no lo ha hecho por el reconocimiento, porque recién ahora una foto suya en las redes sociales dio fama a su historia.
"Vivimos dos horas de Children's Healthcare en Atlanta, y verlo acurrucando a los bebés cuando llegué allí fue una bendición", dijo MaryBeth Brulotte, una madre de un bebé prematuro a USA Today.
"Conocer a este hombre es tan desinteresado y que dona su tiempo a estos bebés es una bendición", agregó.
No hay manera de saber exactamente cuántos bebés Deutchman ha tenido en sus brazos en los últimos años, pero haber pasado parte de su tiempo con ellos es algo invaluable, reconocen en el hospital.
Elizabeth Mittiga, una enfermera del hospital, dijo que hacer sentir a los bebés cómodos y cálidos, definitivamente los ayuda a crecer más rápido y ganar peso, y que están agradecidos de que David los ayude como voluntario un par de veces por semana.
Deutchman dijo que aunque los bebés parecen disfrutar estar con él, es él quien obtiene una recompensa mucho mayor de esos encuentros.
David Deutchman tiene dos hijas y dos nietos, ya de edades 19 y 21 años.
