"Gracias. Muchas gracias". Ese fue el sentido mensaje que le entregó Andy Sandness al encontrarse con Lily Ross, la mujer que decidió donarle el rostro de su fallecido marido, Calen.
Callen y Andy tenían varias cosas en común. Además de ser compatibles para el trasplante, ambos hombres habían intentado suicidarse. Sin embargo, mientras el marido de Lily falleció tras pegarse un tiro en la sien, el segundo sobrevivió del disparo, pero terminó con su rostro completamente desfigurado.
Los doctores señalaban que las coincidencias físicas entre ambos eran tan perfectas que podrían haber sido primos. Tras una extensa cirugía y 16 meses de recuperación, Andy tuvo un emotivo encuentro con la mujer que le permitió comenzar de nuevo.
Lily -quien esperaba un hijo de Callen cuando él se suididó- decidió donar el rostro de su marido para explicarle a su hijo que su partida permitió ayudar a otras personas.
Andy, por su parte, comentó: "Quiero demostrarte que este regalo no será desperdiciado".