La ola más alta captada por una boya se registró en el Océano Atlántico Norte y midió nada menos que 19 metros.
La gigantesca ondulación marítima se produjo entre Islandia y el Reino Unido, reportó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Se formó después de un fuerte frente frío con vientos de hasta 81 kilómetros por hora el 4 de febrero de 2013.
La OMM, que divulgó los datos esta semana, precisó que el récord anterior era de 18 metros, registrado en diciembre de 2007 también en el Atlántico Norte.
No es la más alta
Sin embargo, no es la mayor ola jamás registrada.
En 2002, un buque vio una ola en el Atlántico Norte de 29 metros.
La boya forma parte de la red de estaciones meteorológicas automáticas marinas de la Oficina Meteorológica del Reino Unido.
Las boyas complementan las mediciones basadas en buques y observaciones por satélite que vigilan los océanos y pronostican los riesgos meteorológicos en alta mar.
Las olas gigantes
Las olas gigantes se forman frecuentemente en el Atlántico Norte, que se extiende desde la meseta de los Grandes Bancos de la costa de Canadá a la zona sur de Islandia y al oeste de Reino Unido.
En invierno, la circulación del viento y los sistemas de presión causan tormentas extratropicales, a veces conocidas como bombas, dijo la OMM para explicar el fenómeno de formación de las olas gigantes.
La altura de una ola se mide desde la cresta de una hasta el punto más bajo de la siguiente.