La emotiva carta de una mamá a un skater que ayudó a su hija
Una mamá escribió una emotiva carta de agradecimiento a un skater por ayudar a su hija y se hizo de inmediato viral en las redes sociales.
Jeanean Thomas le dio su tabla de skate vieja a su hija y la acompañó a una pista de patinaje local en Cambridge, Ontario. Iba preparada para recibir una mala respuesta por parte de los jóvenes que estaban ahí, pero se llevó una gran sorpresa.
"Mamá, está lleno de chicos mayores", dijo Peyton la hija, cuando llegó a la pista de patinaje.
Su madre le dijo que no importaba, y la pequeña Peyton comenzó a patinar. Al poco tiempo, uno de los chicos mayores se acercó a la niña y, para la sorpresa de Jeanean, comenzó a enseñarle a patinar.
El encuentro inspiró a Jeanean Thomas y escribió una carta de agradecimiento al muchacho:
Dear teenage boy at the skate park... pic.twitter.com/78ry5esoTa
— Jeanean Thomas (@JeaneanThomas) octubre 11, 2015
Esto dice la carta:
"Querido muchacho en el parque de patinaje: usted probablemente tiene unos 15 años de edad, por lo que no esperé que usted fuera muy maduro para querer a una niña en su rampa de skate.
Lo que no sabe es que mi hija ha estado esperando para patinar durante meses. En realidad, tuve que convencerla de que el skateboarding no es sólo para chicos. Así que cuando caminamos hasta el parque de patinaje y vimos que estaba lleno de chicos adolescentes que fumaban, inmediatamente quiso dar la vuelta y volver a casa.
En secreto, quería ir demasiado porque quería tener que poner mi voz de mamá e intercambiar palabras con ustedes. Además, quería demostrarle a mi hija que no tenía que tener miedo de nada, o que ella tenía el mismo derecho de usar la pista de patinaje, tanto como tú.
Así que cuando ella dijo: "Mamá está lleno de chicos mayores", le dije con calma, "¿Y qué?, no son dueños de la pista de patinaje."
Ella procedió a bajar la rampa, a pesar de que usted y sus amigos estaban patinando junto a ella. Ella solo hizo dos o tres carreras y tu te acercaste y le dijiste: "Oye, perdón..." Inmdiatamente me preparé para entregar mi discurso: "Ella también puede usar el parque, tanto como ustedes". Pero te oí decir: "Tus pies no están bien puestos, ¿Puedo ayudarte?"
Pasaste casi una hora con mi hija y le mostraste cómo equilibrarse y dirigir, y ella te escuchó -una hazaña no alcanzada por la mayoría de los adultos-. Usted le tomó la mano y la ayudó a levantarse cuando ella cayó al suelo e incluso oí que le dijiste que se mantuviera alejada de los rieles para que no se lastimara.
Quiero que sepas que me siento orgullosa de que seas parte de mi comunidad, y quiero darte las gracias por ser tan amable con mi hija, a pesar de que tus amigos se burlaban de ti por eso.
Ella salió de la pista de patinaje con un sentido de orgullo y con la confianza de que ella puede hacer todo" .