Kylie Jenner protagoniza su primera portada en Vogue
Fue en diciembre de 2016 que Kim Kardashian apareció en la portada de la revista Vogue en la víspera de su matrimonio con el rapero Kanye West. Una publicación que desató polémica en la industria de la moda, que se cuestionaba cómo una figura del mundo de los realities llegaba a un espacio hasta entonces reservado para modelos de alta costura y celebridades de primera línea.
"Me dieron ganas de vomitar" criticó Janice Dickinson, conocida por ser la primera "supermodelo".
Otros recordaron que incluso, en su momento, la todopoderosa dueña de la revista, Anna Wintour llegó a calificar a Kardashian como "lo peor desde las sandalias con calcetines".
En tanto, celebridades como Sarah Michelle Gellar optaron por cancelar su suscripción.
Desde entonces ha pasado bastante agua bajo el puente, y es ahora Kylie Jenner quien llega a la edición australiana de la revista de moda.
Y la encargada de entrevistarla fue su hermana -y modelo de alta costura- Kendall Jenner, en un artículo que trata sobre su nueva vida como madre, su relación con el rapero y padre de su hija Travis Scott y aquellas cosas que dinero no puede comprar.
Consultada sobre cómo el nacimiento de Stormi ha cambiado su vida, Kylie aseguró a Vogue que "solía vivir el día a día, y ahora miro más hacia el futuro". "De hecho, siento que me amo más después de tener a Stormi. Y trato de ser ... Quiero decir, ya soy una persona positiva, pero solo divirtiéndome, siendo positiva".
Además, aseguró que Travis como padre "es tan bueno con ella y está realmente obsesionada con él". Agregó que le encanta "aprender juntos y simplemente mirarlo con ella", ya que ambos experimentan ser padres por primera vez.
Kylie Jenner ha logrado transformar una de sus mayores inseguridades en la clave de su negocio: sus labios. Los mismos que le acomplejaban cuando niña y que la llevaron a someterse a diversas cirugías. Con el tiempo, la menor del clan Kardashian-Jenner montó una marca de labiales, que justamente apuntan a resaltar este atributo, y que la han convertido en multimillonaria.
Tras ser madre, Jenner decidió quitarse el relleno. Y es que asegura, ser madre la ayudó a sobreponerse a otras inseguridades sobre su apariencia.
"Tengo ganas de tener una hija, y pensar en la belleza en el futuro, definitivamente me ha cambiado, y siento que me ha hecho amarme más y aceptar todo sobre mí", le señaló a Kendall.
"Estoy intentando amarme más a mí misma", afirmó.
Kylie declara en la entrevista que, al tratar de amarse a sí misma más, también intenta amar menos las cosas materiales.
"Me compré el auto de mis sueños, el LaFerrari, y la emoción y la felicidad no duró tanto. Tengo la casa de mis sueños y el auto que quiero, y me di cuenta pronto de que esas no son las cosas que me hacen feliz", sostuvo Kylie.
"Es un tipo diferente de felicidad. Siento que algunas personas se pierden, y esfuerzan toda su vida por cosas materialistas y luego te das cuenta de que no es todo. Quiero apreciar y sentirme cómoda en el lugar que estoy, y solo encontrar la felicidad en mis amigos y mi familia".