Por muchos años, Kelly Osbourne sufrió por su sobrepeso y también tuvo que lidiar con algunas adicciones. Así quedó en evidencia mientras protagonizaba el reality familiar “The Osbournes” a principios de 2000.
Con el paso del tiempo, la británica de 35 años tuvo una notoria pérdida de peso, lo que la puso en las portadas de muchas revistas y a conducir varios programas de tv. Sin embargo, durante ese periodo fue víctima de las presiones de la industria y de los medios.
De hecho, en ese tiempo declaró que había sufrido “más por estar gorda que por ser drogadicta”. Pero todo eso quedó atrás, ya que la hija de Ozzy Osbourne ahora sorprendió a sus seguidores con su drástico cambio tras bajar cerca de 40 kilos.
Las últimas fotos publicadas en Instagram muestran a la ex conductora completamente renovada y con una nueva figura. Incluso, muchos la comparan con la reciente transformación de Adele.
Osbourne ha perdido exactamente 38 kilos, según aclaró en la respuesta a un comentario de Olivia TuTram Mai, madre de la animadora Jeannie Mai. “¡Oh, Dios mío, has perdido mucho peso!”, le escribió.
De igual forma, en sus historias de Instagram despejó las dudas sobre su pérdida de peso y lo hizo mostrando la etiqueta de una prenda de ropa que se compró con la talla 36. “Sí... ¡Presumo porque trabajé duro y me siento bien!”, escribió en la imagen.
Sobre cómo tomó la decisión de cambiar la imagen habló el pasado mayo en el podcast The Recovery Featuring Kelly Osbourne. Fue en 2017 tras varios años de lucha contra las drogas y alcohol. “Estuve muy perdida. No había ido a una tienda de comida en tres años ni había hecho cosas normales. Pensé: ’Ya no quiero vivir así”, explicó la cantante.
En tanto, el año pasado contó en Daily Express que “tienes que comprometerte con un cambio de vida en lugar de estar a dieta, esa es la única forma”.