Wilber Portillo, un joven de 18 años residente de Denver, Colorado, murió tras contagiarse por COVID-19 por segunda vez.
Según consigna People, para el primer contagio, el joven debió pasar más de siete semanas recuperándose antes de recibir el alta médica.
En ese sentido, el joven se contagió por primera vez tras viajar junto a un primo a Los Ángeles, pero luego de dos meses pudo retomar su vida normalmente.
Ahí fue cuando ocurrió el segundo contagio, pues acudió a una fiesta y otras dos personas dieron positivo para la enfermedad.
Tras acudir a una clínica para chequear su estado de salud, el joven volvió a su casa tras recibir unos medicamentos y tras dormirse, murió.
Hasta ese entonces, las causas de su muerte eran completamente desconocidas, pues nadie sospechaba que el joven estaba contagiado por COVID-19, pues ya había superado el contagio.
Sin embargo, exámenes confirmaron que volvió a enfermar por lo mismo y que sus pulmones se encontraban muy dañados por una infección.
"Simplemente estaba mejorando. Pasó aproximadamente una semana sin COVID antes de enfermarse nuevamente", dijo la novia de Portillo, Andrea Ferrel.
Eso mientras que su tío apuntó que "es un poco difícil saber que ya no existe físicamente (...) era un tipo con mucha luz".
Wilber Portillo era un joven hijo de inmigrantes salvadoreños, además, era emprendedor. Tenía una pequeña empresa de venta de artículos deportivos.
Su caso ha concientizado sobre la importancia de no descuidarse ante la pandemia de coronavirus aún cuando ya se haya superado la enfermedad.
