J Balvin, además de Karol G, podría considerarse como el artista latino más reconocido en haberse contagiado de coronavirus.
El músico colombiano de 35 años anunció el pasado 14 de agosto su padecimiento, y de inmediato instó a sus fanáticos a cuidarse. "No piensen que esto es un chiste, es peligroso", dijo en un video transmitido durante la ceremonia virtual de los Premios Juventud, en los que recibió cinco galardones.
Su cara de seriedad y preocupación no dejó espacio a dudas sobre su estado; más aún luego de que este jueves publicara una alarmante fotografía de uno de aquellos días en el que estaba sufriendo con fuerza los embates de la pandemia.
"¿Sabían que soy un ser humano con los mismos errores, miedos, anhelos y presiones, como ustedes? Esta foto la tomó uno de los médicos quienes estuvieron conmigo en el proceso del Covid 19, Carlos y Sergio. Ellos son quienes cuidaron profesionalmente de mí, son familia. Recuerdo esta foto porque en ese preciso momento, tenía todos los síntomas y perdí la esperanza, al nivel de que pensaron en hospitalizarme", relató la voz de "Mi gente".
Y añadió: "He padecido la ansiedad y a raíz de este evento se potencializó, pero acepto y enfrento los aspectos que afectan mi cuerpo y mi mente y, reconozco que soy vulnerable y MUY frágil, ante esta y miles de situaciones más".
Sin bajar en la intensidad de sus palabras, J Balvin dejó un espacio para referirse a los muertos a causa de la enfermedad y a esas personas que por culpa de la pandemia quedaron con un vacío irremplazable en sus vidas.
"Siento en el alma a quienes han perdido sus familiares en esta difícil situación de pandemia, además, porque sé que no solo las familias están afectadas de salud y anímicamente, sino económicamente y laboralmente. Hoy solo quiero ser una voz de esperanza, ¡esto pasará! Cuiden de ustedes y de sus familiares, de esa manera, cuidamos de todos. Los amo", cerró uno de los líderes del reggaetón a nivel mundial.
Durante esta semana, J Balvin canceló su presentación en los MTV Video Music Awards que se celebraría primeramente en Nueva York, pero que por temas de resguardo de la salud de sus productores y artistas tuvo que trasladarse a un estudio de sonido en Los Angeles.