Se ve como una hamburguesa común y corriente, pero también posee el mismo sabor, textura y jugo de una tradicional, eliminando de paso el colesterol, hormonas, gluten y químicos presentes en los animales.
Eso es lo que asegura Impossible Burger, la "hamburgesa imposible" desarrollada para acabar con el mercado de la carne.
Presentada el lunes durante el Consumer Electronic Show de Las Vegas, ha impresionado por su fidelidad a su homónimo animal, asimilándose casi en su totalidad, hasta el punto de "sangrar" cuando es cocinada.
Incluso la estética se asemeja, siendo un trozo de carne de forma irregular, que se desarma en pequeños pedazos cuando es desmenuzada e incluso manteniendo un centro rojo si ésta no es completamente cocinada.
Impossible Foods, compañía detrás de la hamburguesa, nació en 2011. No mucho tiempo después descubrieron que el sabor de la carne se le atribuía a una proteína llamada Heme, que implementaron en sus propios productos.
Para sus creadores, el principal motivo para comercializar su invención es promover un estilo de vida más sano, terminar con la masiva matanza de animales y disminuir los niveles de polución producidos por la industria de la carne.
Esta versión de la Impossible Burger es la continuación de la primera edición lanzada hace ya dos años, con la novedad de eliminar el gluten y reducir su cantidad de grasa a la mitad. Cien gramos de esta hamburguesa contienen solo 14 gramos de grasa, 240 calorías y nada de colesterol. Su principal composición son plantas y reemplaza las proteínas animales por proteínas de soya.
Su principal punto en contra es el precio. Una hamburguesa de carne puede costar $15 dólares ($10.200 pesos chilenos) en restaurantes norteamericanos, mientras que Impossible Burger llega a los $19 dólares ($13.000 pesos chilenos).
La "hamburguesa imposible" estará disponible desde el 4 de febrero en múltiples restaurantes a lo largo de Estados Unidos, Hong Kong y Macao.
