Por AFP
Netflix colgó el viernes la sexta y última temporada de "House of Cards", bastante más feminizada pero no menos sombría y con la notoria ausencia de Kevin Spacey, el actor principal que fue despedido tras acusaciones de agresión sexual.
A finales de 2017, Spacey, de 58 años, fue acusado de acosar y agredir a dos jóvenes actores menores, así como de mala conducta en el set de "House of Cards".
A principios de noviembre, en Reino Unido, Scotland Yard abrió una investigación sobre dos agresiones sexuales y varios casos de acoso en el Old Vic Theatre de Londres, del que Spacey fue director artístico entre 2004 y 2015.
Después de interrumpir el rodaje en octubre de 2017 luego de estas revelaciones, la producción de "House of Cards" finalmente se reanudó a fines de enero sin Spacey, que quedó definitivamente fuera de la serie.
Sin saber que el personaje principal, Frank Underwood, tendría que abandonar el plató, los autores de la serie facilitaron la tarea al final de la quinta temporada al poner a Claire, la esposa del inescrupuloso presidente, a sucederlo.
Varios meses antes de las revelaciones relacionadas con Spacey, se imaginaron la última escena de la quinta temporada en la que Robin Wright, la actriz que interpreta a Claire Underwood, se dirigió a la cámara para decir: "Es mi turno".
A principios de la sexta temporada, resulta que Frank Underwood murió mientras dormía, unos días después de la investidura de Claire. Sola de ahora en adelante, intentará darle una identidad a su propia presidencia, en un contexto que es eminentemente hostil.
Grandes roles para las mujeres
Objeto de amenazas de muerte, blanco de un atentado, del que escapa, Claire, quien a lo largo de la serie aparece tan dura y manipuladora como su marido, no puede con el mundo.
Ella debe enfrentar, en particular, al clan Shepherd, una familia de poderosos industriales con una influencia casi ilimitada que manipula a su vicepresidente, Mark Usher (Campbell Scott).
Para empeorar las cosas, el exjefe de gabinete de Frank, ejecutor de sus encargos más despiadados, sale de su retiro para cargar contra ella.
Bajo la impronta de la realidad que se mueve fuera de la pantalla, los autores de la serie feminizaron significativamente "House of Cards", ahora marcada por los personajes de Claire, su mejor enemiga, Annette Shepherd (Diane Lane), y Jane Davis (Patricia Clarkson).
Signo de los tiempos que corren, es Robin Wright quien dirigió el último episodio de la serie. "Hay roles realmente importantes para las mujeres este año" en "House of Cards", dijo Clarkson a la revista People.
Para ella, es un mensaje enviado a las élites políticas, las reales. En Estados Unidos, las mujeres representan el 51% de la población, pero "solo el 20% del Congreso", sostiene la actriz. "Nuestro gobierno y nuestro Congreso deberían reflejar esto más fielmente".
Con esta última temporada, tibiamente recibida por los críticos, Netflix da vuelta a la página de la serie que se convirtió en pionera en el mundo de la producción televisiva, y permitió a la plataforma ganar sus primeros reconocimientos, con siete premios Emmy y dos Globos de Oro.
Aunque Netflix nunca divulga los números de sus audiencias, parece, sin embargo, que la serie había perdido su capacidad de atracción desde hace tres años, en los que no obtuvo ningún galardón importante.