Una insólita historia es la que protagonizó un hombre estadounidense de nombre Michael Cornelius Anderson.
El sujeto fue condenado a prisión por un robo a un local de comida. Sin embargo, las autoridades nunca fueron a buscarlo para cumplir la sentencia.
Todo empezó en 1999 cuando Anderson fue detenido por protagonizar un robo a mano armada al gerente de una sucursal de Burger King en Saint Louis, Missouri, Estados Unidos. Se realizó un juicio donde fue condenado a 13 años de prisión y se le puso en libertad bajo fianza a la espera de que se ordenara el inicio del cumplimiento de la sentencia según publicó Buzz Feed.
Fue así que Anderson se fue a su casa y esperó que la policía fuera por él para llevarlo a la cárcel a cumplir su condena. Sin embargo, esto nunca ocurrió.
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Increíblemente, un error administrativo hizo que el sistema judicial de dicho estado no se diera cuenta que aún no ejecutoriaban la sentencia, por lo que Anderson esperó sin que nadie llegara por él. Ni siquiera su abogado se dio cuenta de la situación, ya que dio por hecho que su cliente iría a la cárcel y nunca lo corroboró.
Fue así que el hombre siguió con su vida. Se casó y tuvo cuatro hijos. Además, se unió a una iglesia local, inició su propio negocio y se quedó viviendo en la misma ciudad de Saint Louis, donde había sido condenado.
Todo cambió 13 años después de su detención. Un día el Departamento Correccional de Missouri se preparaba para liberar a los internos que cumplirían su condena, entre ellos Anderson, dándose cuenta que éste nunca fue detenido y seguía libre. Inmediatamente después, un equipo SWAT con armamento pesado llegó a su casa y se lo llevó detenido.
El hecho causó sorpresa en la comunidad, ya que Anderson se había transformado en un hombre de familia y se había alejado completamente del mundo delictual. Fue tanto el apoyo que recibió, que se inició una campaña en Go Fund Me para que fuera liberado.
El desenlace para Michael Cornelius Anderson
Finalmente, la presión de la comunidad lo logró. Según This American Life, un juez determinó que Anderson era un “buen hombre” y lo puso en libertad. La decisión fue apoyada por l fiscal general de Missouri, Chris Koster, quien emitió la siguiente declaración.
"Desde el principio, he propuesto una solución que equilibre la gravedad del delito del señor Anderson con el error cometido por el sistema de justicia penal y la falta de antecedentes penales del señor Anderson en el pasado. 13 años. El resultado de hoy parece equilibrar adecuadamente los hechos tal como los entendemos".
Anderson pudo salir en libertad y nunca cumplió la condenada por aquel delito.
