Mike Carroll es un hombre de 57 años que vive en Long Island, Estados Unidos, y durante toda su vida se preguntó que ocurrió con su padre, George Carroll, un veterano de la Guerra de Corea que desapareció en 1961, cuando Mike solo tenía 8 meses.
Mike le dijo a Fox News que su madre Dorothy, quien murió en 1998, le dijo una famosa frase para justificar la ausencia de su padre: "se fue a comprar cigarros", pero nunca volvió y la familia nunca presentó una denuncia por presunta desgracia.
Mike vivió toda su vida con este misterio a cuestas, y con todas las dificultades que implica no tener a un padre a su lado, pero no le quedó más que seguir adelante.
Carroll sospechaba que las respuestas al misterio estaban en su antigua casa de infancia, construída en 1925, y que él compró antes de que su madre muriera. Luego de eso, decidió contratar a videntes, mediums y psíquicos para que lo ayudaran a resolver el caso.
Grande fue su sorpresa cuando le dijeron que sentían una energía especial en la casa en particular en el sótano. Durante años los miembros de la familia de Mike compartían rumores sobre que el sótano era el lugar donde estaba enterrado su padre.
Aunque pudiera sonar descabellado, Mike les hizo caso, fue a la casa en la noche de Halloween y junto a sus dos hijos adultos comenzó a excavar. Su sorpresa fue enorme al encontrarse con un esqueleto completo e intacto en el fondo del pozo.
Las autoridades locales le realizaron un examen de ADN a los restos y concluyeron que se trababa de George Carroll, el padre de Mike.
La autopsia reveló que la causa de muerte fueron "impactos bruscos en la cabeza con fracturas de cráneo y lesiones cerebrales, aunque puede haber otras lesiones que ya no son detectables", afirmó el Médico Examinador del condado, Michael Caplan a Newsday.
Pero el misterio aún no ha sido resuelto, pues falta averiguar quién asesinó a George y posteriormente lo enterró dos metros bajo tierra y virtió concreto sobre él para hacerlo desaparecer.
Mike dice que si alguien sabe algo de la muerte de su padre ese es Richard Darress, el segundo esposo de su madre, que se fue a vivir con ella y la familia poco después de la muerte de George.
Sin embargo, su madre, Dorothy se divorció de Darress en 1983 pues sospechaba que la engañaba. Posteriormente el hombre se fue a vivir a Nuevo Laredo, México, en la frontera con Estados Unidos, y falleció a los 77 años.
Carroll hijo insiste en que no quiere culpar a nadie en este punto, pero cree que Darress podría haberse llevado algunos secretos a la tumba.
Pero para Mike, el haber encontrado los restos de su padre es un cierre suficiente: "No habrá más justicia. Ya la hubo al encontrar los restos de mi padre, porque evitamos el crimen perfecto. Casi logran salirse con la suya", le dijo Mike al New York Post.
Ahora la familia de George Carroll hará una ceremonia militar en honor al veterano de la Guerra de Corea, y enterrarán sus restos en el Cementerio Nacional de Calverton.
