El olfato de una gata llamada Lilly salvó a su familia de una tragedia en Lake Oswego, en Oregon, Estados Unidos.
La pequeña gata estaba jugando en el piso del living del domicilio, cuando, de repente, se detuvo para olfatear la válvula de gas que estaba junto a la chimenea.
Ahí, pasó varios segundos, algo que le llamó la atención a su dueña, Sandi Martin.
“Me acerqué y olí. Había olor a gas natural (…) era muy débil, así que realmente no confiaba a mi nariz. Luego le pedí a mi esposo que lo oliera, y él también lo sintió”, dijo Martin.
Tras eso, la familia decidió movilizarse para prevenir cualquier tipo de problema y el esposo de Sandi llamó a la compañía de gas, la que los invitó a apagar todo lo que había en la habitación, incluyendo celulares.
Además, se les pidió abrir las puertas y mantener el espacio ventilado.
20 minutos después, llegó un trabajador de la compañía, quien no pudo llegar antes debido a la tormenta de nieve y hielo que afectaba a la localidad en la fecha que ocurrió el incidente.
“Era una fuga de gas peligrosa (…) probó todas las otras fuentes de gas y salió, cortó la tubería de gas, la tapó y apagó la chimenea”, añadió Martin en entrevista con KGW.
En esa línea, la mujer aseguró que la gata “salvó nuestras vidas”.
Y es que, según explicó el trabajador, si la gata no hubiera detectado esa fuga, el gas probablemente se habría acumulado y pudo haber causado una explosión o un incendio.
Tras el hecho, la historia ha sido ampliamente difundida a través de la prensa local en Estados Unidos.