La orilla del río Acre, en el departamento de Brasileia, parte de la Amazonía brasileña, fue el lugar donde un niño de 11 años hizo un impresionante hallazgo: el fósil prehistórico de un cocodrilo gigante.
Robson Cavalcante declaró a un medio local que estaba pescando con su padre cuando “pisé algo que atrapó mi atención y lo llamé. Mi padre cavó un poco y, desde que lo vi, pensé que era un dinosaurio”.
Después del descubrimiento, el paleontólogo Jonas Filho, de la Universidad Federal de Acre (UFAC) , acudió al lugar y confirmó que se trataba de un fósil prehistórico.
El padre del niño, José Militão, de 58 años señaló que: “Utilicé una azada y un pico y descubrí que era un fósil. Tuve mucho cuidado de no dañarlo” y agregó que “siempre me ha gustado la paleontología y mi hijo también se ha interesado mucho en este tema. Nos sentimos muy felices porque hicimos realidad un sueño”.
El niño encontró un fragmento correspondiente a una mandíbula que forma el cráneo de un Purussaurus, un reptil prehistórico, que vivió hace más de 8 millones de años en los ríos y pantanos de la selva amazónica y que tenía más de 12 metros de largo.