La acogedora vivienda de Nottingham Cottage, ubicada en el Palacio de Kensington (Londres), se ha convertido en la residencia oficial del príncipe Harry y Meghan Markle tras haberse casado este sábado en una ceremonia en el castillo de Windsor.
El matrimonio vivirá en la residencia que se ubica al interior del complejo que compone el Palacio de Kensington, propiedad que habitaba Harry desde el 2013, cuando era soltero.
La casa posee amplios jardines, por lo que está separada del resto de las viviendas de la Familia Real Británica. La vivienda está cerca del Jardín Blanco que fue construido en homenaje a la princesa Diana de Gales, luego de su muerte en 1996.
El nuevo hogar tiene dos dormitorios, un salón, un comedor y una cocina, habitaciones que están distribuidas en 125 metros cuadrados. Anteriormente, el hogar fue ocupado por los Duques de Cambridge que vivieron allí entre 2011 y 2013.