Un ilustrador independiente oriundo de San Diego, California, creó una "sombría" y ruda versión de las tradicionales "princesas Disney".
El artista Aston Alexander transformó a Blanca Nieves, Tiana (La princesa y el sapo), Bella (Bella y Bestia), Cenicienta, Pocahontas, Mulán, Jasmín (Aladdin), la Sirenita y la Bella Durmiente en protagonistas de una atmósfera de oscura.
"Noir Princesses" es la apuesta del estadounidense de retratar a las princesas como personajes "badass noir", un género de ficción que aborda tramas corrupción, política, crimen e historias elegantes en donde el dinero es parte esencial de las desventuras.
En sus ilustraciones, Alexander ha capturado la estética y la atmósfera del género, al mismo tiempo que conserva las distintas personalidades de las princesas originales.