Un mal resultado tuvo la decisión de un coleccionista privado quien le encargó a un restadurador, no de arte sino de muebles, la limpieza del cuadro Inmaculadas de Murillo.
El resultado, a pesar de haber pagado cerca de 1.200 euros, fue un desastre al realizar una completa desfiguración del rostro de la figura principal.
El cuadro forma parte de una serie de retratos de la Virgen y que el artista pintor español Bartolomé Esteban Murillo realizó durante su carrera en el siglo XVII.
Este episodio hace recordar inmediatamente a la restauración fallida del "Ecce Homo" de Borja en 2012.
Cecilia Giménez, estimó que podría reconstruir el retrato de Jesús con la corona de espinas pero finalmente resultó ser una completa catástrofe.
Sin embargo, la pieza arte se transformó en un fenómeno y en un foco del turismo en la zona por la búsqueda del famoso cuadro.